El ambiente era tenso, nuevamente los celos de parte de Eric estaban ocacionando fuertes discusiones entre ustedes, y esta vez parecía salirse de tus manos.
—ESTOY HARTO, HARTO DE QUE SE ESE TIPO SIEMPRE APAREZCA Y QUIERA PROPASARSE CONTIGO —gritó un Eric endiablado
—Eric por favor cálmate! Ni siquiera me hizo nada ¿por qué te portas así? —dijiste levantando la voz e intentando tomar sus manos
—¿Por qué me porto así? Por Dios, soy tu novio, cómo quieres que reaccione si ese tipo quiere cruzar la línea contigo —dijo evitando tu agarre mientras camina hacia la habitación.
—No me hizo nada, siempre ves cosas que no son —dijiste enojada dandole la espalda.
—DEJA DE DEFENDERLO, siempre estás de su parte ¿A caso te gusta? ¿Te ves a escondidas con él? ¿TE GUSTA QUE SE PROPASE CONTIGO E INTENTE TOCARTE? TE COMPORTAS COMO UNA... —continuaba gritando sin embargo lo cortaste
—Oye, ¡¿qué mierda te pasa?! —dijiste caminando hacia él y lo empujaste de sus hombros.
—Contrólate, no me trates así, jamás te he dado razones para que desconfies de mí. Siempre crees que tú tienes la razón en todo, siempre crees que solo a tí te duele cuando discutimos, siempre eres tú quien no sabe controlar tu enojo y empiezas a hablar tonterías, porque sabes que son tonterías. Jamás te traicionaría y no, no me gusta él, cada vez que puedo trato de hacerte saber lo mucho que te amo, pero si esto sigue así vamos a terminar y no voy a regresar a tí, Eric —dijiste enojada a punto de llorar mientras él solo te miraba a los ojos
—Me cansé de que todo siempre sea a tu manera ¿Qué te pasa? ¿Te drogaste? Nunca me habías hablado así, odio que insinues cosas. Esta situación me harta Eric, yo n.. —continuabas hablando esta vez con pocas lagrimas en tu rostro, pero Eric habló.
—Perdóname. Agh, maldita sea, perdoname por favor —dijo pasandose las manos por su cara y agarrandose el cabello.
Se acercó hasta tí con la intensión de tomar tu rostro pero te alejaste.
—Lo siento por decirte eso, sé que estuvo muy mal. Te prometo que no volverá a pasar, perdón mi amor —tu estabas de espaldas y te abrazó así.
—Eric, solo quiero que controles tu temperamento, no habrá otra ocasión que aguante esto. —dijiste aún de espaldas.
—Está bien, lo haré. Te prometo que no volverá a ocurrir —dijo girandote para besar tus labios pero antes secó tus lagrimas.
—Pero entiéndeme, últimamente tengo miedo de que te puedas ir, sé que me he estado comportando mal y me arrepiento de eso. No quiero dejarte, sabes que eres mi otra mitad y realmente no existe vida sin tí.
—Discúlpame, en serio discúlpame... —dijo con un semblante triste.
Luego de unos largos minutos, te giraste frente a él y lo abrazaste, hundió su cabeza en tu cuello y con sus manos sobaba delicadamente tu espalda.
Sabías que cuando Eric cometía algún error, una de las formas de pedirte perdón era darte cariño. Y obviamente lo ibas a perdonar.
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