Oculto en la galaxia

Esperanza

_ ¿Porqué está tan enojado, maestro? _ Anakin tomó del brazo a Obi-Wan, antes de que este se alejara por completo de él _ Por favor, no se aleje de mí.

_ No estoy... enojado _ Kenobi dio un largo suspiro _ Quiero estar solo.

_ Maestro, sé que hoy es un día muy triste para usted, y también sé que puede estar solo, pero yo... no necesita estar solo, yo estoy aquí para usted.

_ ¿Es eso verdad? _ el cobrizo alzó la voz no pudiendo controlar su enojo _ Desde que llegaste, no has hecho más que correr detrás de la Senadora Amidala. Y yo te entiendo _ dijo bajando la mirada _  Sé lo que significa ese sentimiento; sentirte atraído por alguien, pensar que no hay nada más bello que esa persona que amas y que roba cada parte de tu alma. He amado antes, Anakin. Existió alguien, una persona tan dulce y pura que me hizo desear no ser quien soy, pero la perdí. Nuestro amor ni siquiera pudo comenzar. ¿Quieres un consejo? Si amas a Padmé deja este camino y sé feliz con ella.

_ Pero tú... _ Anakin tenía un nudo en la garganta _ No quiero dejarte solo.

_ Yo soy un Jedi _ contestó con amargura al escuchar a su ex padawan aceptar sus sentimientos por la hermosa dama _ Toda mi vida he estado solo, no fuiste más que mi aprendiz; y te recuerdo que ya no soy tu maestro. Puedo vivir con tu ausencia.

Obi-Wan se dio la vuelta y se perdió entre la gente del festival. Anakin sintió una lágrima derramarse por su mejilla, la limpió con su mano de carne. Nunca antes había escuchado a su mentor hablar con tanta rabia y sentir su firma en la fuerza tan oscura y tan resentida. La decepción estaba reflejada en su mirada y Skywalker lamentó, por primera vez, su matrimonio con la Senadora. Claro que Kenobi se sentía traicionado; luchó, con tanta determinación, para entrenarlo, se enfrentó, innumerables veces al Consejo para defenderlo y él había roto y pisoteado su confianza. Se sintió culpable, la Orden no le importaba, pero Obi-Wan, su maestro era todo para él.

"En cambio, yo no puedo vivir sin ti", dijo a la nada, su corazón hecho pedazos ante la revelación de Obi-Wan. "He amado antes". Alguien antes que él había tenido lo que más deseaba en la vida: el amor de su maestro.

[...]

_ ¿Cómo estuvo la misión, Ani?

El holograma de la hermosa Padmé se dejaba ver en el centro de la mesa del apartamento de Anakin.

_ Agotadora. Hubo demasiadas bajas, estoy cansado de perder hombres.

_ Lamentablemente, así es esta guerra, mi amor. Pero por ahora, estás aquí y eso es lo que importa. Muero por verte.

_ Y yo igual. Tengo que dar mi informe al Consejo, pero en cuánto me desocupe, iré a verte mi ángel.

_ Si, te perdiste toda la noche del festival y no pudimos aprovechar el tiempo, pero pronto será nuestro aniversario y quiero tener a mi esposo solo para mí.

Anakin sonrió, desviando su mirada hacia la puerta de su habitación para ocultar su sonrojo pero su radiante sonrisa fue borrada al ver la imponente figura de su maestro, de pie en el umbral de la puerta.

_ Te dejo, Padmé. Hablamos luego _ dijo presionando el botón de apagado _ Obi-Wan, puedo explicarlo.

Skywalker se puso de pie y se dirigió hacia el cobrizo, este lo miraba con una expresión neutral en su rostro.

_ ¿Esposo? Felicidades por tu boda, aunque supongo que mis buenos deseos llegaron tarde, porque ya hasta se va a cumplir un aniversario de tu matrimonio _ dijo con una sonrisa sarcástica.