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—¡Firmamos el contrato! —la rubia gritó apenas cruzo la puerta del local, recibiendo una mirada de asombro y felicidad de mi parte.

Por suerte solo estábamos Nick y yo en el lugar.

—¡Siiiiii!— Nick también se alegró, saliendo de la cocina.

Salté el mesón y corrí hacia ella, abrazándola al punto de hasta cargarla y dar unas cuantas vueltas con su cuerpo en el aire.

—¡No puede ser! ¡Taylor!

Sin poder creerlo, la baje del agarre y ella asentía feliz.
—Cielo, es maravilloso. Estoy tan tan orgullosa de ti.

—¡Lo es! Gracias, amor— sus manos tocaron mis mejillas y me dio un corto beso.

—Felicidades, Tay— Nick la felicito desde el mostrador sonriente. Taylor le agradeció sin borrar la gran sonrisa de su rostro.

—Mamá te invito a una cena hoy, para celebrarlo. Nick invita a Selena, vayan está noche— dijo lo último viendo al enrulado.

—Funcionó el vestido— pasé mis manos por su cintura. Queriendo sentir su piel sobre la tela, recordando lo de hace noches.

Sus mejillas se enrojecieron y cesó su sonrisa, nerviosa.

—Detente, no seas mala— dijo tímida.

—¿Quieres que hablemos de quién es realmente mala?

La rubia rió aún más nerviosa y escondió su rostro en sus manos.

—No te escondas de mi— comencé a hacerle cosquillas en su abdomen y ella se quejaba entre risas.

—Te odio— una vez que sus risas cesaron ella dijo en voz baja.

—Me adoras.

—Te quiero.

Se acercó a mis labios, besandolos de forma delicada. Dejé mi manos en su cintura y acercando su cuerpo al mío.















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—______— alcé mi mirada a la madre de Taylor quien me llamó, estábamos en la cena de celebración por el increíble logro de mi novia.

—¿Qué hay de ti? ¿Algún chico que haya robado ese corazón?— casi me ahogó con la bebida, disimulé bebiendo con lentitud y manteniendo mi mejor postura. Miré a Taylor y ella se encogió de hombros.

—No. No. Estoy bien soltera, Andrea.

—Ya estás en edad... Deberías, salir. Conocer a chicos... Es lo mismo que le digo a Taylor— su madre insistía, me tensé.

Fingí una sonrisa.

—Mamá, por favor— Taylor le suplicaba con la mirada a su madre, quien soltó una risa y me sonrió.

—¿Qué? No hay nada de malo, mira a Nick y Selena. Se ven hermosos y... están haciendo justo lo que ambas no hacen.

—Cariño...— Scott, habló. El padre de Taylor.

—No les hagas caso a mamá, siempre es así de imprudente.

—¡Austin!— su madre lo reprendió por el comentario, los demás en la mesa reímos.

—Iré al baño, perdonen— me disculpé y levanté. Caminando hacia el baño, conocía perfectamente el camino.

Dentro de él lave mi cara y manos.

Viendo mi reflejo, me sentía una farsa. Odiaba esconder lo que soy, no ser yo misma en un lugar iba contra mis principios, contra mis ideales.

La puerta se abrió y cerró con rapidez, Taylor estaba dentro.

A Gorgeous Lover - Taylor Swift & Tú [miniserie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora