sweet alfa (satzu)

capítulo 6

La Alfa y la Omega iban tomadas de la mano mientras caminaban animadamente por las calles de la hermosa ciudad de Seúl.

—¿Te gusto la cita, pequeña?—Preguntó la Alfa apretando la mano de la Omega

—Claro que si Alfa, me encantó demasiado.—Dijo Sana sonriendo y mostrando su perfecta sonrisa

—Esta bien, por último iremos a comer helado y luego te llevaré a casa.—Dijo Tzuyu sonriendo para Sana

—Esta bien cariño, tú si sabes las cosas que me gustan.—Dijo Sana apretando las mejillas de la Alfa

Tanto Sana y Tzuyu soltaron una pequeña risita, ambas querían su futuro juntas.

Sana no era tonta, cada vez que se despistaba un poco lograba ver como la Alfa se acercaba lentamente y con precaución al cuello de esta, Sana sabia lo que quería Tzuyu.

Tzuyu ya quería marcar a Sana como suya, queria mostrarle a la sociedad que ella si podía conseguir una Omega, que su actitud y personalidad y gustos no tenían nada que ver en su vida amorosa.

Sana ya lo tenía planeado, así que solamente sonrió y echó su cuello a un lado. Tzuyu solo miraba a Sana atentamente.

—Hazlo Alfa, esto es lo que has estado queriendo hacer en todo el día, y yo también, yo también quiero sentir tu marca en mi cuello.—Dijo Sana acariciando su cuello, tentando a Tzuyu

—P-pequeña, no quiero que te sientas obligada a esto.—Dijo Tzuyu haciendo un puchero

—Tzu, mi linda Chewy, yo no me siento obligada a hacer esto, quiero tu marca, quiero mostrarle al mundo que yo, Minatosaki Sana, soy la Omega más orgullosa del mundo, teniendo la marca de Chou Tzuyu, la Alfa más adorable y tierna del mundo.—Dijo Sana acariciando más y más su cuello

Tzuyu veía atenta la mano de San subir y bajar con delicadeza su cuello, lamió sus labios y se acercó lentamente al cuello de Sana.

—Mi amor, quiero disculparme si me dejo llevar por mis instintos más primitivos al poner mi marca en tu cuello, quiero ser gentil y delicada contigo, mi pequeña bolita de amor.—Dijo Tzuyu acercándose al cuello de Sana

Sana sintió un escalofrío al sentir el aliento y la respiración de Tzuyu en su cuello, necesitaba la marca de esa hermosa Alfa en su cuello.

—Alfa, no me importa en lo absoluto, ponga su marca en mi cuello y seré la Omega más feliz del mundo, el dolor no importará.—Dijo Sana chocando contra la pared de un callejón

Previamente Sana había entrado a un callejon con su Alfa, una marca era algo importante, pero era mejor hacerla en privado, ya que a veces el Alfa podía ponerse un poco agresivo.

—Alfa, déjeme a todos los demás Alfas en claro quien es el que consiguió el corazón de esta Omega.—Dijo Sana sonrojada

Y con eso, los ojos de Tzuyu se tornaron rojos y claro sus dientes en el cuello de la Omega, Sana jadeo un poco por el hecho de que estaba siendo mordida, pero una mordida que valía la pena.

Tzuyu se aferraba más y más al cuello de Sana, Sana no decía nada, Tzuyu estaba concentrada en poner su marca lo más notoria posible.

Después de diez minutos, Tzuyu por fin se separó del cuello de Sana, ahora pasando lentamente su lengua por la marca de la Omega, limpiando todo rastro de sangre, a la par, daba pequeños besos para que la Omega dejara de sentir tanto dolor.

—Eres mía, ahora eres de Alfa Chou Tzuyu.—Dijo Tzuyu usando su voz de mando

—Y yo soy tuya Chewy, gracias, gracias por darme tu marca y mostrarle al mundo que yo soy tu Omega.—Dijo Sana volteando y tomando las mejillas de la Alfa entre sus manos

Sana bajo la altura de la cabeza de Tzuyu hasta la suya, donde comenzó a repartir pequeños y dulces besos en las mejillas, labios y nariz de Tzuyu.

No sólo hacia eso por el simple hecho de que amaba a la Alfa, también necesitaba demostrarle que era suya y que nadie iba a apartarla de su lado. Además necesitaba calmar a la Alfa.

—Vamos Chewy, hay que ir a casa, debes tranquilizarte un poco más.—Dijo Sana dando un último beso en los labios de Tzuyu

—Esta bien, mi Omega.—Dijo Tzuyu cerrando sus ojos y sintiendo las dulces feromonas de la Omega volar por el aire

Ambas ya se tenían la una a la otra, aunque demostrarán que ellas ya tenían algo sin la necesidad de una marca, de todas formas Sana la quería.

Quería portar la marca de Tzuyu y presumir la, quería que todos los Alfas que intentaban algo con ella vieran que Minatosaki Sana ya tiene dueña.

Y nada más ni nada menos que aquella Alfa la cual todos decían que jamás conseguíaria una Omega por su personalidad.

Sana vio como los ojos de Tzuyu volvían a su color natural, hermoso ojos color café que Sana tanto amaba.

—Ven Alfa, vámonos de acá.—Dijo Sana tomando la mano de Tzuyu y salieron del callejón

Ambas estaban sonrojadas y tomadas de la mano, ambas ya no querían seguir ocultando lo que tenían.