-PROLOGO-

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Desde los cinco años de edad, los tres niños, de las casas Malfoy - Potter - Longbottom y Black, se mantenían en continua amistad. Ya fuera porque dos de ellos tendrían la pureza en común o por el final de la guerra en el mundo mágico. 

Remus Lupín había contraído nupcias con el amor de su vida, el primogénito de la casa Black, a quien amaba intensamente con locura suprema. Régulus Black encontró la felicidad contrayendo una especie de matrimonio con Barty Crouch Jr. Ambos heredaron las custodias de sus ahijados al finalizar la guerra. El matrimonio Black-Lupin por Harry Potter y el Black-Crouch por Neville Longbottom, ambos elegidos para portar la supuesta profecía que se encargaba de decir a "verdad cierta" quien sería el que derrotara al señor oscuro. 

Remus y Sirius  habían decidido vivir cómodamente en la casa de Grimmauld Place, principalmente por la cercanía que tendrían con Londres, tanto mágico como muggle. Por el contrario Régulus y Barty habían ido a vivir a España, principalmente porque ambos se habían quedado sin posibilidades por sus antecedentes como mortifagos, ambos sirviendo a la Orden del Fénix destruyendo horrocruxes, pero eso no se tomo en cuenta como peso para la sociedad. 

A los cinco años separaron a Harry de Draco, ya que en algún momento Lucius intento incitar al licántropo manipulándolo mentalmente, de esta forma, Sirius al enterarse rompió relaciones con esa familia, menos con Narcissa, quien por seguridad de su pequeño jamás lo llevaba a las reuniones que mantenía con su primo. 

Cuando entraron a Hogwarts, el mejor colegio de magia y hechicería del mundo Harry se rencontró con Draco, pero de una forma extraña, ya que pensó que el había cambiado al antiguo amigo que poseía a los cinco años, haciéndolo más arrogante y superficial. 

Neville, entablo rápido una relación con Harry, ya que ambos se conocían por cartas, aunque el azabache notaba que el castaño era torpe, inocente, tímido y hasta cierto punto tartamudo debido a estas condiciones de inferioridad que Longbottom podría llegar a poseer, aunque sus padres fueran lo más comprensivos y estrictos al mismo tiempo, el seguía manteniendo esas conductas. 

Durante la selección de casas, Harry Potter fue llevado a Gryffindor, un resultado bastante esperado, mientras Neville a Slytherin junto a Draco, lo que dejo a ambos en posiciones incomodas; ya que el castaño poseía una linda amistad con el salvador del mundo mágico, mientras el rubio era rechazado por dos pequeños de apellidos Granger y Weasley. 

Dentro de su casa, Malfoy le hacía bromas pesadas a Neville o incitaba a que otros Slytherin lo hicieran; provocando el odio excesivo y timidez aun mayor del joven Longbottom a Malfoy. 

En cambio, Harry adopto en su trio a Neville, quien gozaba de la compañía de los Gryffindor en clases o comidas; no era extraño verlo todo el tiempo con ellos acompañados. 

CUARTO AÑO 

-Esto es una porquería en todo el sentido de la palabra, Señor Longbottom- expreso el profesor Snape ante la poción del fracaso de Neville -Vaya a la enfermería, Potter acompaña a Longbottom- suspiro para el mismo después de que aquella sustancia terminara en la mesa de trabajo 

-Vamos Nev- llevo con cuidado al castaño hacía la enfermería 

-Perdón Ha...rry, no quería sa...saca...carte de ... de... la ... cla..clase- tartamudeo mientras caminaba con la cabeza hacía abajo sujetando su túnica 

-No te preocupes Nev- dijo Harry mientras aplicaba un hechizo limpiador a la ropa del castaño -¿Mejor?- pregunto preocupado; haciendo que Neville asintiera. Hacía tiempo que Harry Potter dejo de ver a Neville Longbottom como un amigo común que las personas podrían tener. 

Cuando ambos llegaron a la enfermería Harry deposito en una camilla a Neville, recostándolo y colocándolo cómodamente con cojines en su espalda. 

-Gra...Gracias Harry- murmuro su amigo 

-Dime Hazzy, como me decías cuando niños- al terminar de colocarlo y arroparlo con las sábanas blancas del lugar, tomo asiento en la silla que estaba a lado de la cama -Oye Nev- llamo la atención del Slytherin quien solamente se volteo a verlo con sus ojos grises verdosos 

-Di...Dime Hazz...Hazzy- tartamudeo un poco al decirlo, pero sus mejillas se sonrojaron cuando Harry acerco sus manos a las de el y las tomo transmitiendo calor 

-¿Quieres venir conmigo al baile de navidad?- pregunto cerrando los ojos, ambos quedaron en silencio absoluto, pero era por otros motivos 

-Si... Si quiero Harry- contesto sumamente feliz, abrazando al moreno a su cuerpo y siendo el mago mas contento de todo Inglaterra, por fin, el joven que alguna vez le llego a gustar lo invitaba a salir.

-Tendré que aprender a bailar- bromeo el azabache al castaño 

-Te en...se...señaré si es ne...ce...cesario, en Es...España... Aprendí Flamenco y danzón...zón- rieron, se abrazaron y se convirtieron en un lazo puro, donde sus corazones palpitaban de forma excepcional.

¿Quién diría que Draco Malfoy estaría espiando del otro lado de la enfermería? 

Todo cambiaría de este momento en adelante... 

Lazos de purezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora