Omegacember [Multifandom ]

Ω Voz

Voz

Hotch x Reid

Ser un Omega en el cuerpo del FBI, un campo dominado por Alfas y Betas, no era precisamente fácil, menos siendo un omega masculino. Eso más su especial y excéntrica forma de ser, podría hacer todo tornarse más complicado. Sin embargo Reid había corrido con suerte y lo sabía.

Desde que entró a la UAC se había mantenido bajo la protección de Gideon, un Alfa tradicional pero honorable, sin contar la admiración que le tenía al hombre, la presencia del mayor siempre fue un apoyo para evitar ser desacreditado o simplemente rebajado por su subgénero. Y aun así con la ausencia de Gideon en la unidad no se sintió desprotegido, pues ya conocía lo suficiente a los demás para saber que ahora también contaba con su respaldo.

Así que Spencer era un omega con suerte y era plenamente consciente de ello, aunque su propio equipo nunca le permitía quitarse el crédito por llegar hasta donde estaba por sus propios méritos. Lo que agradecía sabiendo lo flaqueante que podía ser su autoestima algunas veces.

Sin embargo, aun con todo esto a su favor, había algunas cosas que no podría controlar, como los mareos por su constante exposición a tantas feromonas casi las 24 horas del día, o ese sentimiento de estrés y la necesidad de calmar las riñas entres alfas, principalmentes entre los alfas más jóvenes y novatos que aún no aprendían autocontrol, sin mencionar que el mismo era bastante joven y aún era inexperto en algunas áreas. Todas esas situaciones podían ser un gran dolor de cabeza a veces.

Y ni usar supresores o estar rodeado del confort que era su equipo lo evitaba. No hasta que escuchara la voz de su alfa al mando. La profunda y grave voz de Hotch que podía sacarlo de apuros fácilmente, anteponiendose sobre todo el ruido de discusiones y murmullos. Con ese tono firme y autoritario que le recordaba porque el mayor dirigía la UAC.

Disfrutaba el efecto calmante de escuchar la voz del hombre, que sin intención bajaba sus niveles de estrés y algunas veces incluso lo volvía más calmado. Pero el lado positivo no se deshacía de lo vergonzoso que podía ser a veces, como los momentos en que Aaron lo sacaba de sus pensamientos con una sola pronunciación de su nombre a diferencia de los demás, o las veces que lo había encontrado en medio de un ataque de pánico, era mucho más fácil calmarlo si era su jefe quien le hablaba. Lo más vergonzoso de todo venía en las fechas cercanas a su celo, era impresionante y penoso como escuchar la voz del alfa podía excitarlo o hacerlo dócil en esos días. Por fortuna todos eran lo suficientemente considerados para no mencionarlo.

Porque su enamoramiento por su jefe era obvio, y a pesar de lo que los demás pensaran ni siquiera tenía una intención por ocultarlo, pero su naturaleza reservada lo hacía un poco renuente a expresarlo libremente. Sin tener en cuenta el pasado de Hotch. Spencer no estaba seguro de que tan correcto sería cortejar a un alfa con un cachorro y una ex esposa. Al menos lo hacía sentir más tranquilo el hecho de que era una beta y no una omega, así no habría vínculos rotos y vidas en peligro.

Siendo consciente de todo esto, la sorpresa más grande vino cuando la voz de Aaron logró lo opuesto al efecto habitual, en el momento que Reid se bloqueo ante las palabras del alfa.

-¿Reid?- Escuchar la grave voz de nuevo lo sacó de su laguna mental

- Lo siento ¿qué?- Necesitaba estar seguro de que escuchó correctamente.

-Dije, que pido tu consentimiento para cortejarte. Y además me gustaría invitarte a cenar si aceptas- Si, efectivamente aún escuchaba bien.

La boca del omega se sentía seca, tuvo que relamerse los labios en uno de sus típicos gestos nerviosos, no estaba seguro de que responder. Por supuesto que quería aceptar, pero aún parecía surrealista toda la situación.

-Ah...- No le estaba siendo fácil saber qué responder.

Mientras tanto, las cosas no eran menos complicadas para el alfa.

Ser el alfa líder de la unidad no era tan sencillo para él como podría parecerlo, en realidad era el resultado de todos sus años de experiencia y aun así algunas veces resultaba difícil. Todo el asunto de mantenerse estoico ante todo, calmado para que todo su equipo pudiera reflejar su conducta. Sin mencionar lo cansado que estaba algunas veces de responder ante el buro.

Pero pese a todo su entrenamiento aún en algunas ocasiones le era difícil ignorar sus instintos alfas, principalmente con Hayley y Jack, la unidad; Y durante los últimos años, con Reid.

Tener que contenerse cada vez que veía al Omega en peligro, o simplemente en una situación estresante, era realmente complicado. Requería de su autocontrol y fuerza de voluntad pues, todo en su ser le decía que tenía que correr a protegerlo y calmarlo. Es por eso que no lo pensaba dos veces antes de aprovechar el efecto de su voz en el joven, sabiendo que podría hablarle desde el otro lado de la habitación y aún así este le haría caso.

Sin embargo, aunque el doctor no tuviera idea, el efecto era recíproco, porque una de las cosas más calmantes para Hotch, era la voz de Spencer. No importaba que tan pesado había sido el día, o incluso cuán tenso lo tenía Staruss, con el simple hecho de escuchar su nombre salir de esos pálidos labios, era suficiente para tenerlo relajando su postura y tratando de manera más amable a sus pobres subordinados.

Quienes a estas alturas ya eran plenamente conscientes del efecto que causaba el cataño en él, y eso significaba que muchas veces lo usaron de escudo para pedirle cosas o calmarlo en medio de algún caso. Mentiría si dijera que eso realmente le molesta, porque fuera de que su equipo usa al chico como una de sus debilidades, realmente no le hacen daño a nadie. Y sabe que Reid ni siquiera está enterado de esto.

Bien pues, ahora que la situación era obvia para todos en la unidad, excepto probablemente para Spencer como era habitual. No veía motivos para seguir ocultando su interés en el omega ni sus intenciones, así fue como tomó la decisión de finalmente preguntarle, así y con un pequeño empujón en su última plática con Rossi.

Ahora solo le quedaba esperar a volver a escuchar esa suave voz salir de la boca del contrario, y con suerte sería en forma de una respuesta positiva. Solo tuvo que esperar unos segundos más antes de finalmente recibir una respuesta.

-Si- La voz de Spencer sonó tan suave y bajo que por un momento temió haberlo imaginado -Eso me gustaría, mucho- el omega le ofreció una pequeña sonrisa tímida, en consecuencia el imito la acción.

-Perfecto. Pasaré por ti a las ocho ¿Eso está bien?- Reid asintió antes de dirigirse a la puerta de la oficina, pero antes de retirarse por completo volvió su mirada al alfa.

-Espero esta noche con ansias, Aaron- Hotch nunca va a olvidar como se oía la voz de Spencer en ese momento, tan sensual y coqueto, además llamándolo informalmente. Estaba realmente emocionado por obtener más de esa voz en ese momento y todos los que les quedaban por delante.