2- Entrenamiento

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El auto se detuvo en un enorme edificio con una gigantesca "F" en el centro e inmediatamente aquellos hombres se bajaron del auto. Llevaron a Lilith hasta el último piso y la dejaron en una hermosa oficina con unos grandes ventanales.

❖ Espera aquí, pequeña.- le ordenó uno de los hombres que la escoltaban. Al rato entró en aquella oficina un hombre de mediana estatura, cabellera oscura y ondulada, enormes bigotes y elegante esmóquin.

❖ ¡Max! ¿Eres tú?- gritó la niña con emoción y corrió a abrazarlo.
❖ A mí también me da gusto verte, Lilith. - dijo devolviéndole el abrazo. Max Donovan era amigo de sus padres, frecuentaba su casa casi a diario. Para Lilith era como un tío, en más de una ocasión la llevaba de paseo a algún parque de diversiones o le compraba regalos.

❖ Pensaba que estaba sola en el mundo cuando mamá y papá... - dijo y sus ojos se llenaron de lágrimas.

❖ Mi pequeña, debo. . . contarte algo muy serio. Quiero que me escuches con mucha atención para que comprendas lo que voy a explicarte. Tus padres trabajaban para mí como espías; durante 15 años cumplieron misiones para mi corporación llamada "Fénix" y todo marchaba bien hasta que los hermanos de tu mamá descubrieron su secreto. Ellos también eran agentes en cubierto pero de una corporación llamada "Red Dragon," la cuál era conocida por sus acciones terroristas contra los ciudadanos de este país. En resumen "Red Dragon" es nuestro enemigo número 1.

❖ ¿Mis padres? ¿Espías? No puede ser.

❖ Tus tíos Jack, Paul y Dean mandaron a asesinar a tus padres y te enviaron al Orfanato para adueñarse de la casa de éstos y de su fortuna que ahora te pertenece.- continuó.

❖ No, Max. No puede ser cierto.- decía la pequeña de 12 años a la que se le había desplomado el mundo que conocía en tan solo una semana.

❖ Sé que te será muy difícil entender ciertas cosas debido a tu edad pero puedes confiar que lo que te he dicho es cierto. Te mostraré pruebas que corroboran lo que te conté. Luego debes decidir qué quieres hacer y yo te ayudaré en lo decidas. Mientras tanto puedes descansar en una habitación que reservé para ti, si necesitas hablar solo llámame. Chicos, acompañen a la señorita Lilith a su habitación. La niña abstraída por los dolorosos pensamientos y recuerdos de aquella trágica noche se dejó guiar por los guardias al servicio de la corporación "Fénix". No hacía más que pensar una y otra vez en las palabras de Max. No concebía que sus tíos asesinaran a sangre fría y sin remordimientos a su propia hermana y a su esposo delante de su sobrina pequeña para así adquirir todos sus bienes y su dinero. La aquejaban muchas preguntas, su infantil y pura inocencia no podía crear tal maldad ni enfrentarse a ella.

Pasaron 3 años en que no podía dejar de atormentarse con la posibilidad de que Max estuviera equivocado hasta que un día envió hombres para que escoltaran a la pequeña a su oficina para mostrarle las pruebas que incriminaban a sus tíos como autores intelectuales del asesinato de sus padres. Al llegar a la oficina Max la esperaba con una pequeña grabadora en sus manos y le pidió que tomara asiento y escuchara atentamente. Comenzó a reproducir una grabación que había hecho uno de sus agentes encubierto dos días después del asesinato. Se escuchaban las voces de tres hombres que hablaban sobre la exitosa misión y lo que debían hacer para adquirir los bienes de los padres de Lilith.

❖ Son las voces de mis tíos, las reconocería en cualquier lugar.- dijo con lágrimas de dolor corriendo por su rostro desencajado de la realidad. Max la consolaba acariciándole los cabellos mientras la pequeña lloraba abrazada a su pecho. Después de llorar amargamente por un rato la pequeña Lilith se secó las lágrimas de sus mejillas con brusquedad y se puso de pie. Se acercó a la ventana de aquella oficina y miró por el grueso cristal, se notaba en el reflejo su expresión de rabia contenida.

❖ Los odio, los odio a todos. Deben morir como mis padres, quiero mirarlos a la cara cuando estén a punto de morir y que sepan el gran error que cometieron al matar a su propia hermana y a mi padre.- dijo Lilith como si fuera toda una mujer.

❖ Sabía que dirías eso, Lilith. ¿Quieres que envíe a mi mejor agente para que ejecute la venganza o prefieres realizarla tu misma? Cualquiera que sea tu decisión te apoyaré en todo lo que pueda; piénsalo bien y cuando hayas decidido me avisas con uno de mis hombres.- dijo Max mirándola a los ojos fijamente.

❖ Quiero ser yo la que los elimine uno por uno y sentir el temor que sintieron mis padres al morir o nunca podré perdonármelo. No podría seguir felizmente con mi vida, no podría pensar en otra cosa, si no lo hiciera yo misma. Quiero ser la mejor espía como lo fueron mis padres para poder ganarles.


❖ Perfecto, entonces tu riguroso entrenamiento empieza el lunes.- y así comenzó el sentimiento de la venganza en su joven corazón. Aquel inocente y angelical rostro de niña se fue transformando poco a poco con el pasar de los años en un hermoso y casi felino rostro de mujer calculadora y poderosa. Diez largos años habían pasado en los que Lilith aprendió Artes marciales, tiro con revólver, escopeta, misil, plantar bombas de todo tipo en cualquier lugar y muchas cosas más que habían endurecido su corazón. Al terminar su largo entrenamiento fue enviada a la oficina de Max para planear bien cada detalle.

❖ Cuando te presentes antes ellos debes decir que fuiste adoptada por una adinerada familia que vivían en Europa y que te habían enviado de regreso a América para estudiar en la Universidad de Harvard y para que te reencontraras con tu familia.- le indicó Max.

❖ Está bien, estoy algo nerviosa porque los tendré frente a mí una vez más, pero no te preocupes, sabré controlar mis emociones. Ahora estoy preparada para encararlos. ¿Cómo me comunico contigo si pasa algo imprevisto?
Aquí tienes un celular con un dispositivo disipador de ondas que no permite que la llamada sea rastreada ni puedan ser reconocidas las voces, hay otros de éstos dispositivos en tu equipaje en un compartimiento secreto. Debes colocarlos por toda la habitación en la que te quedarás. También hay cámaras y micrófonos diminutos que deberás colocar en lugares estratégicos para grabar conversaciones importantes para saber si han mordido el anzuelo ó no para continuar con la misión. ¿Entendido?- le explicó Max, le deseó buena suerte y se despidió de ella. Lilith se dirigió serena hacia su auto en el que llegaría a la mansión de su tío Jack llevando consigo su equipaje.

LA DULCE VENGANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora