3- El Gato está en casa

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Condujo por poco tiempo hasta llegar allí, se dirigió a la entrada principal y tocó el timbre con suavidad. Luego de unos segundos abrió la puerta un elegante mayordomo.

❖ Buenos días. ¿El señor Jack Withlow está en casa?- preguntó amablemente.

❖ Sí. ¿Quién lo busca?

❖ Dígale que su sobrina Lilith está ansiosa por volver a verlo.

El mayordomo la invitó a pasar al extravagante recibidor para que esperara ser anunciada. En cuanto estuvo sola colocó una cámara y un micrófono diminutos en un jarrón con muchas flores sintéticas y en un cuadro muy hermoso que adornaban la habitación. Un rato después llegó su tío Jack con una mirada de desconfianza en sus ojos, acompañado de sus guardaespaldas y el mayordomo.

❖ Tío Jack, no sabes cuánto los extrañé, estoy aquí para reencontrarme con mi verdadera familia y conocer a la parte de la familia que aún no conozco.- dijo abalanzándose sobre él, abrazándolo sin dejarle decir ni una sola palabra.- Hacia tiempo tenía la intención de venir pero debía terminar mis estudios primero, mis padres adoptivos son muy estrictos con mi educación. Ahora que me enviaron a estudiar en Harvard aproveché para venir a visitarlos, verlos de nuevo me hacía mucha ilusión.

❖ ¿Lilith? ¿Eres tú? ¡Cómo has crecido, eres toda una mujer!- dijo esbozando una leve sonrisa disimulando que estaba nervioso. Le ordenó a sus guardaespaldas que se retiraran y al mayordomo que les preparara un café y avisara a su esposa que tenían visita. Junto con el mayordomo llegó al recibidor una señora vestida elegantemente de unos treinta años y fumando un cigarrillo muy largo y fino.

❖ Lilith, ella es mi esposa Susan. Susan, mi sobrina Lilith.

❖ Para mí es un gusto conocerla, es usted muy bella.

❖ El gusto es mío y tú también eras muy hermosa. ¿Dónde piensas quedarte, querida?- preguntó Susan al ver sus maletas.

❖ Me hospedaré en un hotel. No me gustaría quedarme en esos dormitorios de la universidad, sin privacidad ni gracia.- dijo fingiendo. Entonces el tío Jack le ordenó a Alfred, el mayordomo que llevara las maletas a la habitación de los huéspedes, bajo la mirada sugerente de su mujer, diciendo que no sería digno de un tío dejar que su sobrina pasara sus días de universidad en un hotel cuando podría quedarse en su propia casa. Lilith le dió las gracias a su tío Jack y Susan la invitó a dar un paseo para mostrarle la casa. Le mostró su habitación y luego se quedaron hablando un poco en el jardín acompañadas de una taza de té. Mientras conversaban Lilith astutamente preguntó por sus tíos Paul y Dean y también por sus primos. La señora Susan le informó que trabajaban en una empresa productora de café como socios. En una triple sociedad manejaban los asuntos de la empresa y se turnaban para gestionar y firmar nuevos negocios y alianzas con otras empresas. Sus primos asistían a una escuela privada que se encontraba en las afueras de la cuidad como internos y solo los veían los fines de semana.

❖ Tengo tantos deseos de conocerlos. Me sentía tan sola allá sin ustedes a pesar de que mi familia adoptiva era complaciente y cariñosa. Si no le molesta me gustaría tomar un baño y tomar una siesta. Estoy agotada del viaje, con permiso.- dijo Lilith como una niña pequeña aúnque en su interior calculaba minuciosamente cada paso, cada palabra, cada gesto para no cometer ni el más mínimo error.

❖ Claro, querida. Es lógico que quieras descansar, Alfred está a tu disposición para lo que necesites.

❖ Gracias, tía Susan.- dijo y se dirigió al dormitorio que le habían designado para ella. Cuando se halló sola abrió su maleta y activó el disipador de ondas que no permitía que ninguna cámara ó micrófono puesto en su habitación funcionara pues sabía que la espiarían para conocer sus verdaderas intenciones. Tomó el celular y le envió un mensaje a Max que decía:

❖ El gato está en casa.

LA DULCE VENGANZA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora