Es un mito.

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-Haley! Haley despierta!

Sentía en un pequeño susurro ahogado de la voz de Aaron.

-Que quieres?!
Espeté con algo de saliva saliendo de mi boca.

-Ya son las seis! El hada de los dientes ya ha debido de venir!

Me levanté de un salto de mi cama y corrí al lado de Aaron para buscar mi dinero.

-Donde está?!

Pregunté buscando y revolviendo mis sabanas con la esperanza de encontrar dinero.

-Creo que ví algo así como cinco dolares cerca.
-En serio?! Esta vez he estado de suerte.

Vi que Aaron arrugó la cara como un bebé comiendo limón por primera vez.

-Qué ocurre?

-Tu boca apesta Haley!

-Es obvio! Me acabé de despertar, genio!

Papá entró al cuarto, me cargó y y empezó a darme vueltas en el aire.

-Quien es mi chica favorita en todo el mundo?
-Soy yo!
-Quien?
-Yo!
-No te oigo! Quien?!
-Yooo!
Grité en el oído de mi papá

Este se apretó la oreja con los ojos apretados, abriendo y cerrando la boca en un movimiento rápido.

Al instante entró mamá.

Saludo a Aaron con un beso en la mejilla y me dio un beso en la frente.

-Has encontrado el dinero del hada de los dientes?
-No mamá, ni siquiera Aaron!
Mamá le dio una mirada rápida a papá.
Él se la quedó viendo con los ojos abiertos como platos e hizo un gesto como si tosiera subiendo el puño a su boca.

Papá me bajó de sus brazos.

-Por qué no bajas a desayunar con Aaron? Iremos al centro comercial a comprar dulces más tarde, cariño.

Aaron y yo saltamos de alegría y bajamos por nuestros panqueques a la cocina.

-Sabes algo? El hada de los dientes es solo un mito.
Dijo intentando agarrar una manzana de la barra americana de la cocina.
-Como se te ocurre decir eso?!
-Me lo dijo Cameron.
-Tu hermana no sabe nada, Aaron! Ahora pásame mi chocolate caliente.
-Seguro, solo comentaba Haley.

-Cariño! Haley! Ven acá amor!

Gritaba papá desde arriba.

Corrí hasta mi habitación y abraze las piernas de mamá.
-Aaron dijo que era un mito.
Susurré mirando a la nada.

Mis padres casi se fracturan el cuello al mirar a Aaron.

Aaron se cruzó de brazos.

-Eso dijo Cameron.

-Mira campeón.

Mi padre se agachó a la altura de mi pequeño amigo y le susurró algo al oído que nadien pudo oír.

Aaron sonrió y chocó los puños con papá.

Mamá les dedicó una reconfortante sonrisa y los dos bajaron a desayunar.

-Ahora si puedes revisar con seguridad bajo tu almohada cariño.

Dijo mamá sonriendo.

Cuando los dos se fueron Aaron y yo empezamos a buscar como unos locos el dinero y al fin lo encontramos!

-Bam! En tu cara! Te lo dije!

-Oh! Que impresionado estoy!
Dijo con algo de sarcasmo

-Además! Tengo estas dos perlas hermosas flojas! Las cuales significan más dinero!

-No me importa!
- Celosa!
-Mentiroso!

Y así continuamos nuestra discusión hasta que mamá nos interrumpió.

-Haley, ves a ducharte. Iremos a comprar gomitas.
Dijo con una sonrisa

-Aaron, Cariño. Puedes venir si gustas.
-No me lo perdería, señora O' Connor.
-Dime Mamá dos. Si quieres.
-Será mucho más divertido decirle así. Gracias.
-No hay de qué.

-Mamá! Ayudame a bañar!

Mamá subió a mi baño y me ayudó a lavarme mi cabello y mi cuerpo. Luego me vistió con un vestido color blanco con rosas rojas.
Acomodó mi cabello en una pequeña coleta y me colocó una rosa en mi cabello, la cual cogió del florero de la cocina.
Y por último me puso mis medias blancas con mis zapatillas de gamusa roja.

Y me colocó algo de perfume para niños con olor a chicle.

-Ya estás listas, Cariño.

-Te amo mamá
Dije mientras le acariciaba el mechón de cabello que estaba casi detrás de su oreja.
-Y yo a ti Haley O'Connor. No sabes cuanto.

Y así bajamos al auto.

No sé por qué. Pero ese día, Sentía un mal presentimiento.
Sentía que algo muy malo iba a suceder.

Muy Trágico.

Y por eso sentí la necesidad de decirle cuanto amaba a mi hermosa madre.

My best friend.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora