No Me Dejes

Capitulo 10

ALASKA

Sigo sin creer que sali viva de alli, mi corazon estaba a punto de explotar. Nose como actuare la proxima vez que lo vea, quiero gritar al mundo entero que lo amo, que si estamos separados ninguno de los dos sobrevivimos, hoy lo hemos probado. Sali del hospital y me recargue contra la pared, sonriendo a la nada. Personas me miraban raro, me da igual, soy una estupida enamorada, y me alegra serlo. El frio recorre mi cuerpo, vine con una ropa muy ligera, sin pensar que estamos en Diciembre, genial, este sera el mes en el que ha ocurrido todo. Aunque pensandolo bien, falta muy poco para la peor fecha, navidad. Lo es para mi, ya que siempre estoy sola en la mesa, sin ninguna compañia. Quiza esta vez cambie.

Llegue a mi casa, vacia una vez mas. Extraño su presencia aqui, extraño que mi madre no me trate como lo que soy, su hija. Nunca lo ha hecho, asi que no se de la experiencia. Me seco una lagrima, es increible que todo este tiempo he estado sola. ¿Acaso no puedo recordar algo sin llorar?

PETER

Me paso algo tan tipico, casi morir y que te digan te amo. Genial. Digo, no es genial casi morir pero si es genial que te amen ¿no? creo que este virus me afecta, ¿o me flecha? Es suficiente, me esta volviendo loco, parece que estoy drogado, debe de ser las estupideces que me inyectan cada hora. Solo estare dos dias, y este es mi segundo, asi que mañana volvere a ver a Alaska. ¿Porque siempre que pienso en ella sonrio? Inmerso en mis pensamientos, caigo en un profundo sueño.

Al despertar, llamo a un doctor y le ruego que me deje irme.

-Porfavor doctor, ya dejeme libre! No aguanto ni un minuto mas aqui, no digo que es malo, nada que ver, pero necesito irme.

-¿Es por la chica, no?- sonrio, ¿como pudo saberlo?

-Si, es por ella- digo y una boba sonrisa aparece en mi rostro.

-Bien, hoy te puedes ir, solo ve por tus pastillas para el dolor y ten mucho cuidado.

-GRACIAS- grito antes de que salga de la habitacion.

Despues de llegar a casa y vestirme, claro, sin que faltara el sermon que una madre te da cuando te pasa algo asi. Voy en camino a la casa de Alaska, ella no sabe que hoy saldria, asi que sera una sorpresa. Al llegar, toco su puerta, sin mucha entonacion, antes de que abra, me escondo un poco haciendome a un lado. Ella abre y se asoma, veo cierta tristeza en su rostro, pero antes de que vuelva a cerrar, de un salto me paro frente a ella.

-¡Peter!- grita y me abraza tan fuerte que me dan punzadas de dolor, pero no digo nada.

-¡Alaska!- digo y fundo nuestros labios en un beso- te necesite tanto.

-Y yo a ti, no podemos sobrevivir estando separados.

-Me di cuenta.

-Bien, hay mucho por hacer.

-¿Que cosas?- pregunte

-Adivina, los chicos que te hicieron eso, los mando Brenda, ademas, no dejare que ella se salga con la suya, iremos ahora mismo a reclamarle.

-Lo que ordenes- dije con una amplia sonrisa-

Ella fue la que condujo, argumentando que se veria mas mala si va asi, rei mucho cuando dijo eso, hasta dolio. Al llegar a la casa de Brenda, ella me vio lastimada y vino a mi.

-Peter, ¿que paso? ¿estas bien?

-No seas hipocrita- dije secamente- sabemos que tu lo causaste.

-¿Yo? ¿de que hablan?

-Cierra la boca, no hay excusas, idiota- dijo Alaska, me encanta su parte mala.

-No van a venir a mi casa a reclamarme algo que no hice.

-No me interesa, pero hay algo que si hiciste- dijo Alaska.

-¿Que?- respondio Brenda alzando una ceja

-Besaste a mi novio- escupio las palabras como si fuesen veneno.

-El me lo pidio.

-¿Pero que?- reclame

-Sh cariño, cosas de chicas- dijo y tomo mi mano-

-Se bien que el no te lo pidio, solo dime la razon- suplico Alaska

-Lo hice porque quise- respondio con un toque de dramatismo.

-¿Cuando podre hablar- Pregunte con un puchero

-Ahora no, Pet- dijo Alaska.

-Me alegro que lo hayas besado, porque sera lo unico que recuerdes de el- dijo Alaska. 

Ella se dio la media vuelta y nos fuimos, aunque alcanze a escuchar a Brenda hacer una pataleta, evite reirme. Subimos al auto, y ahora yo conduci, mientras ella iba apoyada en la ventana, mirando hacia afuera.

-¿Que tal lo hice?- pregunto.

-De maravilla, ahora si me sorprendiste- respondi

-Genial y no he terminado.