Capítulo 13

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Pov Nayeon

Desperté y lo primero que vino a mi cabeza fue lo sucedido hace una semana, no pude evitar ponerme triste.

Miré el reloj, era la una de la tarde. Todo mi día libre se había ido en ese llanto que tuve durante toda la madrugada que me hizo dormir toda la mañana.

Me senté en mi cama e intenté buscar con la mirada a alguien.

Me dolían los ojos y seguramente si volvía a llorar se me saldrían de las cuencas.

Encendí mi celular y vi mi fondo de pantalla, era una foto de "Imyeon" y ____.

Solté una pequeña risa.

Hace una semana que se fue y ayer lloré como todos los días, pero mas de lo normal.

Apenas he salido para los ensayos o presentaciones, pero cuando llegamos a casa me encierro en la habitación.

Busqué en mis contactos y le marqué a ____, lo hago todos los días con la esperanza que algún día me conteste.

Sonó un tiempo y solo se escuchó el buzón de voz.

Unos días después de que se fue su buzón de voz pasó del Coreano al español.

Colgué.

Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta.

Dudé sobre si salir, hace una semana que intento salir mas seguido de mi "madriguera" como le decía Jihyo.

Mi mano tomó la perilla y la giré lentamente.

Salí despacio de la habitación y caminé intentando no hacer ruido.

Si alguna de las chicas me viese fuera evitaría a toda costa que me vuelva a encerrar.

Llegué a la sala, el último obstáculo para llegar a la cocina.

Me agaché para esconderme detrás del sofá y evitar que Momo y Sana, que estaban en la sala, me vieran.

Al llegar a la cocina me incorporé y abrí despacio la nevera.

El poco buen ánimo que tenía desapareció cuando vi que mis botes de helado no estaban.

Me quedé en blanco unos segundos hasta que recordé que era domingo, el día que tenía que reabastecer mis suministros.

Me puse una polera con capucha rosa apagado y cogí mi monedero de su escondite.

Salí en silencio con la capucha en la cabeza, un cubrebocas y unos lentes para que nadie me reconociera.

Llegué a la tienda mas cercana y ahí estaba la misma chica de siempre.

Pov Normal

---¿Lo mismo de siempre?--- Preguntó la chica con una sonrisa mientras escaneaba todos los botes de helado.

Nayeon simplemente asintió.

Pagó para luego tomar las dos enormes bolsas y regresar.

Cuando entró se quitó la capucha, los lentes y el cubrebocas.

---Sabía que esperarte aquí funcionaría--- Dijo Jihyo detrás de ella, asustándola---Cada dos días has estado saliendo a comprar esa cantidad absurda de helado--- Se quejó.

Nayeon la ignoró y siguió de frente entrando a la cocina con Jihyo siguiéndola.

---No te preocupes por mi, nunca me reconocen--- Dijo Nayeon mientras guardaba los helados en orden y dejaba uno afuera para comer después.

---¿Cómo te van a reconocer si pareces mendiga?--- Nayeon giró molesta---Sales con esa polera vieja, en pijama, en pantuflas y completamente despeinada--- Dijo señalándola con ambas manos.

---El como salgo vestida no es de tu incumbencia--- Dijo Nayeon en tono amenazante.

---¿Cómo no va a ser de mi incumbencia? Todas estamos preocupadas por ti--- Dijo Jihyo.

Nayeon cruzó los brazos, no tenía ganas de volver a escuchar lo mismonde siempre.

---Dime que necesitas para dejar todo esto atrás--- Pidió Jihyo.

Nayeon se acercó a Jihyo.

---¿Quieres que deje todo esto atrás?--- Preguntó Nayeon.

Jihyo asintió y Nayeon se acercó a su oído.

---Encuentra a ____ y tráelo de vuelta a mi--- Dijo Nayeon para luego coger su bote de helados y luego irse a su habitación.



















____ llegaba a su departamento y dejaba sus cosas sobre el sillón para luego entrar en su habitación y tirarse sobre la cama con el rostro en la almohada.

Durante todo ese mes no pudo conseguir trabajo y apenas se mantenía con vida con el dinero que consiguió con la venta de la casa de sus padres de Corea y viviendo en la casa que tenían acá.

Alzó el rostro para mirar su mesa de noche, en la que había una foto de sus padres y al costado una foto de su graduación.

Se sentó en la cama y tomó esta última para verla.

Siempre que veía esa foto sentía un vacío.

Al inicio se preguntaba que era ese vacío, pero él mismo se respondió.

Era obvio que Imyeon se había convertido en la persona mas importante en su vida luego de la muerte de sus padres, Imyeon se había vuelto su mejor amiga y algo mas, pero todo resultó falso, Imyeon nunca existió y eso era lo que le provocaba ese vacío, extrañaba a Imyeon, Nayeon le era indiferente hasta ese momento en el que veía su foto de graduación.

Negó con la cabeza.

Im Nayeon se había burlado de él fingiendo ser otra persona y jugando con la muerte de sus padres, indirectamente hizo que sus últimas semanas en Corea del Sur fueran tormentosas.

Dejó la foto en su lugar y se levantó para cenar.

El trabajo lo tenía ocupado, pero sentía que algo le faltaba a su vida, sin darse cuenta durante todo ese año se acomodó demasiado al estilo de vida coreano, mas que en todo el tiempo que había vivido ahí.

Su rutina ahora consistía en despertarse, trabajar, almorzar cerca del trabajo, ignorar la llamada de Nayeon, regresar a casa a cenar y volver a dormir.

No tenía ningún amigo cercano debido a que no solía estar en el país de sus padres mas que por fiestas, cosa que resultó repetirse pues estaban a días de la navidad, que por suerte pasaría con sus abuelos y el resto de su familia.

No se dio cuenta antes, pero él es practicamente un extranjero por mas que sus padres eran de ahí; desde el estilo de vida, hasta la educación de la gente en las calles y con los demás era completamente diferente, cosa que lo empezó a estresar demasiado.

"Cry for me" (Nayeon x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora