Al despertar Ran y Rindo ya estaban despiertos y me estaban abrazando
Ran: ya despertaste!
Rindo: Buenos días!
Tn: ustedes son unos depravados
Ran: pues no decías eso anoche
Tn: por qué no podía hablar
Rindo: por tus gemidos
Tn: no! Porque metieron sus cosas a mi boca y me estaba asfixiando
Ran: asfixiando de amor
Tn: no, con semen
Rindo: de amor
Me levanté afrontando que no ganaría la discusión
Tn: voy a la farmacia
Me vesti y ellos también se vistieron cuando iba a salir Rindo me agarró
Ran: tú no vas a ninguna parte
Tn: pero necesito ir a la farmacia
Rindo: no, vas a tener un bebé, nos casaremos y te quedarás en Japón
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Era evidente que no podría huir
Ran: vamos a divertirnos con la pandilla, te parece?
Tn: vale
Salimos de la casa y fuimos a encontrarnos con su división y por alguna razón les dió por empezar a golpear gente de otras pandillas, ellos estaban distraídos así que intenté alejarme para ir a una farmacia, compré lo que tenía que comprar y justo cuando iba a sacar la pastilla para tomarmela Rindo se puso frente a mí y me cargo, mientras Ran me quitaba el frasco en la pastilla
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Rindo: creíste que no nos habíamos dado cuenta
Ran: no sabes disimular cuando quieres hacer algo
Me quitaron el frasco y lo escondieron, cuando me bajo Rindo intenté hacerme la ruda con Ran
