-𝗢𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀 | 𝐉𝐚𝐫𝐜𝐡𝐢𝐞 ☆.

acceptance.

No faltaba mucho para que la final de fútbol americano se disputara, por no decir que empezaría en unas horas. Y a pesar de toda la euforia que recorría los pasillos de Riverdale High, yo estaba ciertamente desanimado: todo por querer mantener mi relación con Archie a escondidas.

Les explico: han pasado unos dos meses desde que comencé a salir con Archie, pero en ese tiempo me he limitado a mantener lo nuestro como un estúpido secreto. ¿Por qué? Se preguntarán, «literalmente estás saliendo con uno de los chicos más atractivos de la escuela, deberías estar presumiéndolo» he llegado a escuchar de Betty.

Tengo mis razones, bueno, tengo una razón para mantenerme terco con mi postura: mi padre. Últimamente, con toda la preparación para que yo sea el próximo Rey Serpiente, un agobio extraordinario se estuvo apoderando de mí. Siento que me está idealizando de manera tal que cuando vea al yo real se decepcionará por completo. Esta presión que se me presenta ha hecho que yo mismo intente cumplir con esas expectativas, llegando al punto de hacerme la horrible pregunta de: «¿Qué pensará mi padre si le digo lo que tengo con Archie?».

Quizás, a simple vista, esto sea un problema que yo mismo me estoy inventando. Después de todo, cualquiera que vea a mi padre desde lejos podría decir que no tendría problema en aceptar que su hijo esté en una relación con otro chico. Pero ese es el punto desde el cual puedo partir para desarrollar mi temor. Yo he visto a mi padre ebrio y enojado, y créanme que todas las cosas que dice, lo que piensa, reprime y solo suelta cuando está en ese estado, me hace dudar.

Llego a preguntarme, ¿y si esa forma de pensar se mantiene cuando está sobrio pero logra ocultarlo?¿será que si le presento formalmente a Archie esa personalidad oculta explotaría? De ahí que haya mantenido mi relación con él tan bien oculta.

Y hablando de él, claro que no paso por alto el daño que le estoy haciendo con mi tonta decisión. Estoy, esencialmente, reprimiéndole cualquier acto de afecto que quiera hacer en público. Lo estoy obligando a que nuestros encuentros sean en secreto. Pero sobre todo, estoy tan preocupado por la opinión de los demás que he llegado a descuidar a mi mismo novio solo para mantener este estúpido plan.

Entonces, tengo dos opciones que, si se pesaran en una balanza, tendrían un peso tan grande que al elegir cualquiera de las dos serían gigantes las consecuencias que desataría la opción contraria.

Por un lado, puedo seguir con esto. Mantener mi relación en secreto y avanzar como lo he estado haciendo por dos meses. Siguiendo con el miedo constante y el daño emocional que paralelamente le estoy causando a Archie mientras más tiempo pasa. Por el otro, acabar con este problema de una vez por todas, agarrar a mi novio y darle un maldito beso enfrente de todos y absolutamente todos; llevándome así las consecuencias del posible odio de mi padre y una renuncia inmediata al puesto de rey serpiente.

¿Pero saben qué? Me harté de esto, me harté de preocuparme por estupideces y no concentrarme en las cosas que realmente valen la pena. Hoy al fin voy a hacerlo público. Voy a ir con mi novio, el más atractivo de toda la escuela, y voy a darle un beso en medio del campo de fútbol si es necesario. Pues hoy voy a gritar a los cuatro vientos que Archie Andrews es mi novio.

El tiempo pasa volando y de un momento a otro escucho sonar el timbre, denotando este que la hora de clase ha acabado. Mis pasos leves y veloces me llevan hacia mi casillero, no tardo mucho en guardar los cuadernos que había usado en la clase pasada. De un momento a otro ya estaba listo, ahora solo debía ir al campo de fútbol.

Los pasillos se llenan de fanáticos del deporte dispuestos a animar a su equipo favorito a muerte. Yo, por mi parte, intento pasar rápido y con el menor contacto físico posible; cosa difícil, pues tanta es la emoción de los individuos por aquí que he llegado a recibir un empujón.

Nuevamente aprovecho mi rápido caminar y en unos pocos minutos logro sentarme en una grada de la zona central. El día es maravilloso y la alegría que emanan todos los presentes en el campo es típica de un evento como este. Ahora solo falta esperar, que pasen los minutos y el partido al fin comience: Riverdale High contra Stonewall Prep.

Los jugadores comienzan a salir al campo, uno por uno hasta que logro divisar a ese pelirrojo que tan cautivado me trae. Sonrío por su mera presencia y, a pesar de la distancia que hay entre nosotros, puedo distinguir una sonrisa por su parte. Parece que los jugadores están planeando su estrategia para el juego, no tardan mucho en dirigirse a sus posiciones en el campo.

Y una vez que el equipo rival se presenta en el lugar, el juego comienza.

Jamás se pone en duda la ventaja que los Bulldogs de Riverdale poseen ante sus oponentes, al menos durante el primer tiempo. Es impresionante lo fáciles que son las anotaciones para el equipo de vestimenta azul y amarilla, nada sorprendente, pues así de firmes se mantuvieron durante toda la temporada. Para el final del primer tiempo el equipo de Riverdale High ya tenía una ventaja de quince puntos.

Llega un medio tiempo y los jugadores de Stonewall Prep se juntan a pensar, se nota que están empeñados en intentar una remontada.

El segundo tiempo comienza y Stonewall Prep parece tener un poco más de presencia, han logrado despertarse e igualar el puntaje que los Bulldogs han conseguido en el primer tiempo. La preocupación de los fanáticos despierta, pues han avanzado los minutos y ninguno de los equipos consigue anotar el punto que marque la diferencia hacia la victoria.

Queda poco tiempo, la tensión es inimaginable. La pelota queda en manos de Archie Andrews, quien con una tenacidad que pocas veces se logra ver avanza por el campo de fútbol. Están a segundos de terminar el juego y Archie solo se encuentra a unos pasos de la línea de tiro. Avanza cada vez más y... ¡Logra obtener un punto más!¡Los bulldogs de Riverdale ganan de nuevo!

Todos comienzan a gritar como locos, no solo han ganado la final de la temporada, sino que ha sido en el último segundo. Los halagos no tardan en dirigirse hacia Archie, el chico que les ha dado la victoria inimaginable. Mi sonrisa poco a poco se agranda mientras veo a los jugadores salir del campo. El orgullo me invade, ¿y cómo no sentirme de esa manera? Fue mi novio quien le ha permitido la gloria a nuestra escuela.

Poco a poco comienza a despejarse la zona, las personas salen del campo y yo las acompaño. Ya me encuentro por los pasillos cuando logro verlo, enfrente mío estaba el jugador cuyo nombre resonaba por toda la escuela.

-¡Archie! -Corro hacia él con una sonrisa de oreja a oreja, su mirada se dirige hacia mi y no tarda en abrirse de brazos. Los míos, a su vez, comienzan a subir mientras me acerco: uniéndome a él en un cálido abrazo. -Estuviste genial.

-Hey Jug, ¿esto no es algo exagerado para lo que establecimos? -Pregunta casi inocente. Me separo del abrazo y lo miro a los ojos, pues la seguridad con la que responderé es digna de tal acto.

-No, Arch. Lo he estado pensando, creo que es injusto lo que he estado haciendo contigo. Mis propias inseguridades han hecho que no pudiera pasarla bien con mi propio novio, y quiero que eso cambie a partir de ahora.

-¿Entonces quieres decir que...?

-Quiero decir que te quiero dar un beso aquí mismo, enfrente de todos -Afirmo y puedo ver un enternecedor brillo en sus ojos.

-No puedo negarme a eso. -Afirma con alegría.

Mis manos suben a los costados de su rostro, una sonrisa inconsciente se forma en mi cara a la vez que mis manos recorren sus rojizos cabellos. Me acerco con cautela y cierro mis ojos, sin detenerme hasta poder sentir sus labios rozando con los míos. Como en veces anteriores he probado el sabor de sus labios, sin embargo, en esta ocasión hay algo diferente: libertad. Libertad y felicidad es todo lo que siento mientras aquel beso nos une en un grito interno de celebración por al fin haber logrado aceptar mi amor hacia él.

-Te quiero, Arch. -Afirmo embobado al separarnos de aquel beso.

-Yo más, Jug.