Era un nuevo día para Dabi el día anterior paso una noche increíble Rappa no se encontraba por ningún lugar junto sus entrenamientos intensivos, nunca creyó en dios ese día le agradeció, pero su celular sonó, al mirarlo vio quien envió el mensaje solo para dejar de ser creyente.
Solo maldijo su suerte el día anterior fue uno con muy mala suerte aunque agradeció que Rappa se haya ido, en la universidad se paso todo el día con hambre, regreso a duras penas a su departamento y agarrar algo del refrigerador solo para encontrar que estaba vacía.
Fue un día de mierda para simplificarlo ya que la tienda mas cercana estaba a unas 15 cuadras, también habia sido perseguido por los perros, al llegar a la tienda resulto estar cerrada.
Se sacudió la cabeza para olvidar lo horrible que fue el día de ayer, para intentar ser positivo su amigo no podría ser tan cruel ¿verdad?, al leer el mensaje vio que le pidió que estuviera en la arena de Musutafu a las 12 de la mañana?, se preguntaba como saldría de la universidad sin ser detectado
Dabi: Para que me molesto, mi suerte nunca esta de mi lado *un poco decaído*
Procedió a hacer lo de siempre antes de ir a la universidad, se estaba preguntando que cosas estaba planeando su amigo, su cambio mas notable fue el de volverse impredecible, no era del tipo que mataría sin titubear.
Después de cambiarse se fue directamente a la universidad, esta vez llegaría temprano para asegurar perímetro no quería encontrarse con esa profesora, solo le traía problemas, aunque ahora su principal problema se encontraba en el mensaje recién enviado.
Con que cosas imprevistas le esperaría su mejor amigo, estuvo pensando tanto que no se dio cuenta el momento en el que llego al salón de clases, no habia nadie era su primera vez en llegar temprano considero levantarse mas temprano solo para no encontrarse con sus compañeros.
Las cosas pasaron con relativa tranquilidad, no hubo inconvenientes, no hubo mas mensajes estaba yendo de maravilla, tanto que le empezó a dar miedo de que algo realmente malo le sucediera, incluso cuando fue a la azotea a comer la coneja y sus amigos no fueron muy molestosos, sobre todo a coneja que normalmente la encontrabas de mal humor.
Todo iba bien hasta que tuvo que regresar a las clases, una persona sospechosa le estaba haciendo señas para que se acercara, tal vez era el contacto de Izuku, se notaba mu nervioso a primera vista.
Tokito: Eres Dabi Shigaraki?
Dabi: Si por?
Tokito: Menos mal te encontré *suspirando del alivio* No tenemos mucho tiempo sígueme
Dabi solo lo siguió supuso que Izuku ya habia hecho un plan para sacarlo, siguió a Tokito despreocupadamente, llegaron a la parte boscosa del colegio habían unos cuantos puestos de vigilancia hechos de concreto a pesar de estar muy alejado de las instalaciones se veían como si fueran nuevas.
Vio como Tokito conversaba alegremente con las personas que se encontraban dentro de los puestos y como si fuera algo normal empezó a caminar hacia el bosque de manera despreocupada, después llamo la atención de Dabi para que lo siguiera.
Se adentraron en el bosque de manera despreocupado sin que se dieran cuenta, Rumi los estaba siguiendo desde lo lejos, ella sabia que Tokito era un manojo de problemas por su comportamiento y temperamento, pero no espero que actuara tan amigablemente con Dabi cuando los vio en los pasillo.
Rumi: Ahora que hago para pasar eso? *mirando los puestos de vigilancia*
Trato de pensar en algo pero nada se le habia ocurrido, se dio por vencida mañana le haría hablar al pelinegro aunque tuviera que usar la violencia, justo cuando se iba vio en el piso una billetera reviso cuanto dinero tenia, no iba a desaprovechar la oportunidad.

ESTÁS LEYENDO
Un descenso a la locura muy divertido
Hayran KurguEs la primera historia que estoy haciendo, no esperen mucho pero denle una oportunidad tal vez les guste. Solamente miraba el lado bueno de las cosas y personas, "era" un chico muy amable, brindando ayuda y enseñando a los demás para que sean me...