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— Hyunjin ¿Que está haciendo? — preguntó Minho preocupado, viendo como el mencionado empujaba a Soobin hacia el regazo de Yeonjun, quien no dudó en acomodarlo, rodeándolo inmediatamente con sus fuertes brazos

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— Hyunjin ¿Que está haciendo? — preguntó Minho preocupado, viendo como el mencionado empujaba a Soobin hacia el regazo de Yeonjun, quien no dudó en acomodarlo, rodeándolo inmediatamente con sus fuertes brazos. El alfa podría jurar que, si fuera de una especie felina, definitivamente estaría ronroneando en ese momento.

— Lo correcto — fue su respuesta, para luego acomodarse despreocupadamente en su asiento, entre Jeongin, quién no estaba para nada de acuerdo con sus acciones, y la pareja acaramelada que rozaba sus narices como si realmente tuvieran una relación más allá de la amistad. Un gran panorama, eh — Después de todo Soobin ya se calmó, así que no pasara nada... Eso espero.

Todo quedo más tranquilo después de eso, o al menos hasta que Taehyun volvió con su pareja y se dio cuenta de la escena en la parte de atrás. Cuando estuvo dispuesto a separarlos una vez más, fue detenido por la mano de Beomgyu, quien negó con su cabeza, y claro, el gruñido de Yeonjun al ver sus intenciones.

— Tranquilo — susurró Soobin en su oído, sintiendo como el pecho de Yeonjun dejaba de vibrar ante sus palabras.

Después de una pequeña discusión entre los mayores, terminaron decidiendo que lo mejor era dejar a ambos juntos. Todos se acomodaron en sus asientos y se deshicieron de la tensión concentrándose en otras cosas, cada uno en su propio mundo.

En cuanto se dieron cuenta que ya no los separarían, ambos cuerpos se relajaron contra el otro. Respirando calmadamente el aroma del contrario, sin preocupaciones. Solo disfrutando el momento.

Yeonjun acomodó una vez más el cuerpo de Soobin, colocando las piernas del omega de tal forma que quedaron a los lados de sus caderas. Rodeó su cintura y lo apretó contra sí mismo, dejando sus torsos en completo contacto. El alfa miro un momento hacia arriba, dejando a su vista el suave y apetitoso cuello sin marcar del omega. No dudando ni un segundo en su actuar, paseó su lengua desde las clavículas hasta la línea de la mandíbula, saboreando la piel salada.

El omega sintió su corazón martillear en su pecho por las acciones de Yeonjun, pero con los sentidos ya despejados se dio cuenta de que aquello no era una buena idea en ese momento.

— Yeonjun — llamó en voz baja — Estoy en celo. — le recordó, tratando de traer de vuelta la parte racional del alfa.

— No me importa — susurró contra su cuello antes de dejar un pequeño beso.

— Pues a mí sí — se separó de Yeonjun hasta que pudo ver su rostro, viendo la lucha interna que este estaba experimentando.

— Esta bien — terminó por ceder. Colocó el cabello desordenado tras la oreja de Soobin sin dejar de mirarlo, apreciando cada facción de su rostro. Hasta que acomodó al omega de vuelta en donde estaba — Duerme un momento, de seguro estas cansado.

Soobin asintió levemente y rodeo el cuello contrario con sus brazos. Mientras tanto, Yeonjun acariciaba su espalda de arriba hacia abajo, con suaves movimientos que adormecieron al felino, el cual no tardó mucho en quedarse dormido, con un suave ronroneo retumbando en su pecho.

 Mientras tanto, Yeonjun acariciaba su espalda de arriba hacia abajo, con suaves movimientos que adormecieron al felino, el cual no tardó mucho en quedarse dormido, con un suave ronroneo retumbando en su pecho

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— SooSoo — habló una lejana voz — Despierta.

Lentamente Soobin volvía a sus cinco sentidos e iba recuperando la conciencia. Comenzó a abrir los ojos acostumbrándose de a poco a la luz que entraba por la ventana. Fue ahí donde se dio cuenta que estaba despertando, aunque sinceramente no tenía muchas ganas de hacerlo. El cuerpo de Yeonjun le transmitía tal calor a través de la ropa que desearía quedarse ahí por siempre, calientito en los brazos de ese atractivo alfa.

Yeonjun observó el rostro de Soobin, prestando especial atención a cada gesto que hacia el pequeño en sus brazos tratando de sacarse el sueño de encima. Encontrándolo tierno en todo el sentido de la palabra.

En cuanto Soobin abrió los ojos completamente, lo primero que pudo apreciar fue el cuello de Yeonjun, que emanaba tal olor que tan solo quería enterrar la nariz ahí y cerrar los ojos otra vez.

— No, no, no — el alfa le sacudió levemente la espalda al ver como el omega volvía a cerrar los ojos. — Ya llegamos. Tenemos que bajar.

— ¡No quiero! — se quejó haciendo un puchero. Provocándole una pequeña risa enternecida a Yeonjun.

Soobin en serio no quería despegarse de tan cómodo lugar, con su nariz justo donde el olor de Yeonjun se concentraba. El sabía que se debía a los efectos de su celo, pues siempre pasaba lo mismo. Cada vez que los supresores hacían su efecto, el omega de Soobin comenzaba a comportarse como un cachorro, queriendo recibir mimos de un alfa. Pero sabiendo que no podría desobedecerlo, se hizo a la idea de que tendría que separarse. Eso sí, antes de hacerlo se aferró a los hombros de Yeonjun, comenzando a pasar su cabeza por el cuello y pecho del alfa, impregnando su olor en él y al mismo tiempo, impregnándose el del olor de Yeonjun. Sorprendiendo de buena forma al alfa, quien con gusto le permitió hacer lo que quisiera.

En cuanto bajaron, el paisaje los sorprendió junto con la temperatura agradable que había, no hacía calor ni frío, estaba justo en el punto de equilibrio.

Había unas cuantas cabañas rodeadas por altos árboles y majestuosas montañas, todo cubierto por el color verde. Incluso había un camino hecho de madera que descendía por un costado de las cabañas. No sabían a donde podría llevar eso, pero no tardarían en averiguarlo.

Miraron alrededor, buscando a sus amigos entre aquella multitud de personas igual de maravilladas por la vista. Sintiendo como el aire limpio se filtraba por entre sus cabellos y el olor a naturaleza hacia felices a sus partes animales.

"De seguro había alfas". Pensó Yeonjun, no gustándole para nada aquello. Agarró posesivamente la cintura a Soobin, quien solo pegó un salto al estar tan concentrado en el paisaje. Miró unos instantes el ceño fruncido de Yeonjun mientras avanzaban hacia la cabaña número siete, donde sus amigos les hacían señas, y analizó la situación.

Él había entrado en celo justo frente a Yeonjun, por lo que su alfa se sentía responsable por él y lo que le pasara. Sentía que el omega era de su propiedad y eso en realidad no le molestaba al omega, pero a Soobin sí. El desde mucho antes de este viaje que se sentía atraído por Yeonjun y por todo lo que le implicaba, pero fue solo hasta que entro en celo en el auto que Yeonjun le prestó algo de atención.

El alfa de Yeonjun quería marcar al omega, por eso se comportaba así.

Estaba siendo controlado por su lobo.

A Yeonjun en realidad no le gustaba él.

A Yeonjun en realidad no le gustaba él

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¡Meow!⁎yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora