UNO

534 52 13
                                    

Me gustaría decir que recuerdo todo a la perfección, con lujo de detalles. No es así. Los años hicieron estragos en nuestras vidas sin ningún tipo de compasión.
Amor mío, esto es para ti.

Una vez oí a alguien decir que no existen las casualidades, sino más bien las causalidades. Todo tiene un causa; un propósito. Nosotros fuimos una causalidad, Charlie. Recuerdo como si fuese ayer la primera vez que te vi. Tuve la sensación de que un imán me obligaba a mantener los ojos sobre ti y de inmediato se me calentaron las mejillas.
Te vi entrar en la biblioteca, casi caíste al tropezar con el guardia de seguridad y ahí fue la primer risa que me sacaste. Me miraste. Tal vez mis carcajadas fueron algo fuertes... No me arrepiento de eso. No me arrepiento de nada, en realidad. Porque cada mínimo detalle fue clave cuando construimos nuestra historia.

Y hoy comienzo a escribirla.

<<<
Yo tenía veinticuatro años y tiempo después supe que teníamos la misma edad. Me había criado en Francia, aunque al cumplir la mayoría de edad me mudé a Rumanía. Causalidad. Cuando entraste en la biblioteca fuiste directo a la sección de animales fantásticos y muggles, yo estaba leyendo "Animales fantásticos y dónde encontrarlos" de Newt Scamander, tuve la osadía de levantarme de la mesa e ir al pasillo donde estabas.
Dejé sobre un estante el libro que tenía en mis manos y cuando me disponía a seguir mí camino, me hablaste.

—Oh, justo lo que buscaba. Gracias.

Me di la vuelta sonriendo y volviendo sobre mis pisadas, mí cabello castaño caía sobre mí rostro.

—De nada—sonreí. Ví el libro y noté que había dejado mí marca-páginas ahí, así que me acerqué para retirarlo.—Lo siento, estaba distraída.

—¿Riéndote de mí?—preguntaste con una sonrisa de lado.—Me llamo Charlie Weasley, por cierto.

—Mi nombre es Amelie—respondí y estrechaste mí mano— y no me reía de ti.

—Lo hiciste. No puedes negarlo, probablemente toda la biblioteca te oyó.

Sonreí y negué, al tiempo que te fijabas en el libro, el cual estaba abierto en la página que había marcado: Dragones, volumen II.

—¿Amor por los dragones? —me preguntaste.

—Me encantan, estudio sobre ellos.

—Yo trabajo con ellos —sonreí a la expectativa de que siguieras hablando sobre el tema—. Te aburriría, Amelie.

Recuerdo que mis mejillas volvieron a ponerse rojas y tuve que mirar a un costado para disimularlo.

—No me aburre, pero ahora tengo prisa por volver a mí departamento.

—¿Y si dices que no te aburrirías, aceptarías que nos volvamos a ver? —preguntaste sonriente, haciendo que tus hoyuelos se marquen.

—Tal vez... —dije, mirando al piso.

—Puedes encontrarme aquí los jueves en la noche.

—Entonces, nos vemos el jueves por la noche. Adiós, Weasley.

—Adiós, ¿Amelie...?

—Solo Amelie.

<<<
Recuerdo sentirme muy nerviosa el día jueves, recuerdo también haber desordenado mucho mí habitación cuando trataba de decidir qué me pondría. Al final, me decidí por unas botas negras y pantalones negros estilo wide legs, una bufanda amarilla y un suéter blanco. Tomé una taza de té antes de salir de casa, estaba lloviendo, así que usé mí varita mágica para crear un paraguas.

Causalidad. - Charlie Weasley fanfiction. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora