Capítulo 4

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No olvides pensar, vives del pensamiento.

Había llegado a la casa de los Kim, esperaba a que alguien le atendiera, sin embargo, parecía que nadie estaba dentro de la casa.

Se sentó en el suelo, recostando su espalda en la puerta de tan linda casa. Tomó el frasco que tenía a unas criaturas inimaginablemente hermosas y tiernas, su corazón aún temía por lo que podrían hacerle a las pobres criaturas.

—Dios ¿Qué les harán a tan lindos seres? —colocó su dedo encima del frasco viendo a una de ellas acercarse a su dedo y poner su diminuta mano, haciendo a su corazón estrujarse —No tengan miedo, no dejaré que le hagan nada malo —sí... YoonGi seguía sin confiar en ambos hermanos, los rumores habían podido con él.

—Increíble. Tratas de ayudar a alguien y sólo te desprecia por un montón de inútiles rumores —una voz grave y dulce había pronunciado esas palabras, percatándose del dueño de estas —Creí que serías diferente, pero no, un Hada Madre siempre será un Hada Madre —habló desganado, llevaba un par de plantas extrañas, una mochila y un par de libros.

—Y-yo... De verdad lo lamento, no era mi intención —se levantó al ver al chico acercarse.

—Nada es tu intención últimamente —habló empujando a YoonGi para poder entrar a su casa —Deja las cosas en la mesa y lárgate —guardó los libros que había conseguido, metió en agua las plantas y dejó su mochila en el sofá grande.

—Por Terranus, perdóname, no fue mi intención, yo no sabía o sé lo que hacen —habló completamente arrepentido de creer en los rumores.

—Pues deberías empezar a aprender, Min, deja de ser un completo ignorante —dejó de guardar todo para voltear y ver al pelinegro —¿Quieres saber para que utilizamos a esas pobres criaturas? —trató de imitar la voz de YoonGi al pronunciar las últimas dos palabras.

—Lo siento —pronunció antes de que el rubio hablara —Fue un error, he cometido demasiados errores últimamente, pero necesito remendar dos de los más importantes. —suspiró con frustración, no podía perder a la única hada que le ha dado apoyo, sin mencionar que mantendría la boca cerrada.

—Bien —dejó todo a un lado y fue hasta YoonGi, dando su mejor sonrisa soberbia —¿Quieres que te perdone? Lo haré, sólo con una condición —demostró su dedo índice, el cual tenía tres anillos.

—¿Cuál es?  

—Tendrás que quedarte aquí, en mi casa y deberás aprender, mínimo, la forma de vida de un alma —satisfacción era lo que su rostro mostraba.

—¿Cuánto llevará eso? —habló preocupado, tiempo para perder era lo que menos podía haber en esos momentos.

—Pues... Si empiezas hoy y si prestas atención a cada detalle que pueda suceder en esta villa, lo aprenderás entre hoy y mañana y así nos iremos el día de Mercurio, el mejor día para salir del escondite —le explicó esperando la respuesta afirmativa del pelinegro.

La habitación se sumió en un silencio bastante tenso y profundo, viendo como el pelinegro lo pensaba con detenimiento y dándose cuenta que no tenía otra opción.

—Bien, bien —respondió resignado —¿Por dónde empiezo? —vio al rubio subir las escaleras y dejarlo con la pregunta al aire.

Luego de un par de minutos de estar escuchando a Tae mover varias cosas en la planta de arriba, vio bajar al susodicho con dos libro bastante grandes, pero sin exagerar.

—Acá está lo que tienes que aprender —le sonrió. Dejó los libros en las manos de YoonGi —Hay varias cosas marcadas y señaladas, serán las que usarás para aprender rápido y lo básico de un alma.

—¿Acaso sabías que necesitaría esto? —habló asustado y sorprendido.

—No, esos libros los usé hace años, cuando empezaba a desarrollar las almas y a manipular el poder que se nos es dado al nacer, hice varias señalizaciones para poder aprender rápido y por eso los libros quedaron así —sonrió alegre recordando lo que aprendió junto a su madre y su padre.

—Bien, no hay tiempo para perder —tomó los libros y se dirigió a la mesa de madera, una mesa que no estaba prolija, ni barnizada, parecía que la hubieran cortado del árbol y así la hubieran tomado.

—Me alegro, Yoon —le sonrió de manera sincera —¿Café o té? —la mesa se encontraba a unos pasos de la cocina, así que se comunicaban con facilidad.

—Café. El té me parece sólo agua con sabor a planta —un ruido estruendoso salió de la hornilla donde Tae había puesto a calentar el agua.

—Fingiré no estar ofendido —su indignación era difícil de ocultar —Pero jamás, en tu patética vida de Hada Madre, digas eso enfrente de Hadas del Alma o algún Hada que trate con lo natural y lo sobrenatural —sacó dos tazas de barro hechas y pintadas a mano, colocó un cono para hacer el café de YoonGi y en la otra taza utilizaba un infusor en forma de hojita, donde había colocado las hierbas de té de jazmín y durazno. —¿Entendido? Sería una ofensa —le entregó la taza con café y el se sentó frente al pelinegro y bebió de su té.

—Entiendo —rió por la situación —No entiendo porqué, pero está bien —se encogió de hombros restándole importancia.

—Eres un tonto, Min —rió con su particular voz ronca —Para un Hada que, básicamente, vive conectada a la naturaleza, recibe este tipo de regalos como agradecimiento de parte de ella. Nuestras almas están conectadas a la naturaleza —le dio un trago a su té —Ustedes, como Hadas Madre, viven conectadas a un mundo diferente, sin embargo, su alma no depende de una madre superior, las nuestras sí —sonrió con nostalgia al recordar las dulces palabras de su madre —Ya lo entenderás, querido Min, y entenderás más cuando nuestro viaje deba comenzar —tomó su taza, fue a la segunda planta para luego subir a la terraza, disfrutando del lindo canto de los árboles y escuchar el aleteo de las aves.

Las risas de los niños hacían eco por el bello bosque y el dulce y delicado canto de las almas lo llenaban de tranquilidad y lágrimas, tratando de imaginar que alguna de esas almas, le pertenecía a su padre.

—Pronto —susurró para luego sonreír y dejar caer sus dolorosas lágrimas.

Dejar libre o condenar a vivir, es un dolor parecido, pero uno de ellos se disfruta más.

Dejar libre o condenar a vivir, es un dolor parecido, pero uno de ellos se disfruta más

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oLi :D

Lamento el capítulo tan corto ;; [cry]

Lo siento por el poco flujo de actualizaciones ;; pero pasaron dos cosas:

1) Mi inspiración era una caca
2) Mi pc se puso con sus mamadas y ahora no quiere funcionar ;;

Me gusta más escribir en computadora, pero quería actualizar esta historia, así que no me quedó más remedio que escribir desde mi teléfono ;;

Perooooo, ya estoy de vuelta uwu

Estaré haciendo capítulos y trataré de actualizar seguido (en lo que mi pc es arreglada).

Si ven alguna falta ortográfica, es porque escribo desde teléfono y a veces el autocorrector hace lo que se le dé la perra gana ;;

En fin ^^

Me despido, bye~

[Send u love]

—Apuleius <3

I Give You My Soul || SopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora