En el acto - Koisuru Boukun (+18)

Gusto culposo

<TetsuhiroxSouichixIsogai> 

<Contenido trio BL (+18) leer bajo tu propia responsabilidad>

Le hervía la sangre.

La única cosa que tenía en claro era que, por sus venas había dejado de correr sangre para dar paso al acido sofocante que su corazón bombeaba.

Caliente era la palabra para describir como se sentía.

¿Celos, envidia?

Deseo.

Si le preguntan cómo habían acabado así, no sabría que responder. Sus memorias se vieron empañadas por tan abrumadora escena que acontecia frente a sus narices llamativamente, invitándolo a unirse.

O simplemente sacar un cuchillo y apuñalar a ambos hasta saciarse por desvergonzados.

Se ha mantenido sentado sobre sus piernas en la alfombra sin mover un dedo. Lo único que en su cuerpo reaccionaba, eran sus ojos los cuales, curiosos e incapaces de dar credito de lo que veian, no podían apartarse del baile de lenguas que tenía en frente. Estaba aturdido, sus sentidos se veían tambaleantes y su cabeza trataba de entender.

Se queda corta, se ha quedado muy corta.

Sobre la mesa, el líquido derramado servía de espejo reflejando el acalorado beso que los hombres se daban. La silenciosa habitación les hacía eco a los húmedos sonidos, suspiros, leves jadeos.

¿Cómo pasas de odiar a un ser humano, a estártelo comiendo a besos?

Se pregunto Souichi mientras observaba como Tetsuhiro e Isogai se besaban sin mesura.

Tetsuhiro e Isogai se besaban.

A su cabeza eso sonaba irreal, a sus ojos, se había convertido en algo tan palpable como la tensión sexual que se había formado en el ambiente.

Entonces ¿Envidia, celos?

Las dos.

- ¡Paren ya, maldita sea! –Exclamó finalmente el rubio consiguiendo acabar con el hambre de los varones quienes le miraron confundidos y un tanto divertidos. –Será mejor que...

-Que te unas, Sou-kun –Terminó por él Isogai, extendió su mano hacía él esperando que el mencionado la tomara y se uniera al jugueteo indecoroso.

Tetsuhiro besó el cuello del mayor sin siquiera hacer una mala cara por la invitación de Isogai. Besó, lamió y chupó la acaramelada piel del tercero provocando que Souichi perdiera la concentración por unos segundos.

-No. Vete, váyanse los dos al demonio –Un manotazo a la mano de Isogai, y se puso de pie.

Ahí fue que se dio cuenta.

Sus piernas temblaban, su respiración se sentía pesada.

¿Cómo no lo noto antes?

El liquito esparcido sobre la mesa alcanzó el borde de la misma, unas gotas cayeron sobre la alfombra y, entonces, entendió la situación. Era la bebida, era la maldita bebida que Isogai había llevado como manera de agradecerles por haberlo dejado quedarse. Un licor llamado "vino de rosas" el cual, seguramente, tenía o provocaba los mismos efectos que la droga que Morinaga una vez dejo descuidadamente en su casa.

Su sangre hirvió más ante el descubrimiento.

Él no había bebido mucho, pero Tetsuhiro arrebató la botella de la mano del tercero con molesto agradecimiento y enseguida sirvió tres vasos. Isogai aceptó la indirecta invitación a quedarse un rato más para tomar, y los dos iniciaron una absurda competencia para medir su capacidad de soportar el alcohol.