The Lost Fatui

Capítulo 6: La Verdad y solo la Verdad

Logró salir del puerto de Liyue cruzando un puente y un gran arco. Subió apurado una colina hasta perder de vista la ciudad.

No supo cuánto tiempo estuvo corriendo ni como aguantó tanto. Quizás su forma física no fuera la mejor, pero al menos le sirvió para huir.

Mientras caminaba se topó con un monumento.

Era una especie de pedestal de piedra con detalles dorados. Encima de este la estatua de un hombre sentado sobre un trono mientras sujetaba un cubo en sus manos.

Al fijarse mejor, reconoció el rostro del hombre.

Esta estatua debía ser una de las estatuas de los Siete. Y como todavía estaba en Liyue... ese de ahí debía ser Rex Lapis.

Zhongli...

Ciertamente se parecían. Aunque en realidad no solo era eso sino que Zhongli había sido durante todo este tiempo el Arconte Geo.

Y Childe era un alto cargo Fatui. Posiblemente, él ideo despertar aquel dios antiguo del que Ningguang le habló. También... casi provoca un genocidio en el puerto de Liyue por eso.

A estas alturas... no entendía ni como Zhongli no le había cogido por el cuello con sus ojos dorados ardiendo en furia. Ni como no le había lanzado lanzas de piedra para matarlo en el acto.

O quizás... Todo esto era una especie de castigo.

¿Y si era así? ¿Y si toda esta amabilidad solo había sido una fachada para ocultar que estaba viendo de primera mano como el que ataco su nación sufría por no poder recordar?

Todo era muy confuso.

Se acerco un poco a la estatua y se quitó la capucha que traía para observarla mejor.

Definitivamente, esto debía ser un castigo por su osadía. Y hasta él pensaba que se lo merecía por cretino y por idiota. En serio, ¿en qué estaba pensando cuando decidió despertar un antiguo dios?

Cuando se dio cuenta, tenía un filo de lanza apuntado a su garganta.

Eso no le sorprendió. Al final, era una de las personas más odiadas de toda Liyue. Siquiera se asustó.

¿Si le decapitaban ahora sería mejor para todos?

Miro a quien empuñaba la lanza descubriendo a un joven de cabellos verdoso y ojos ámbar. No era Zhongli pero sentía algo extraño hacia este individuo.

Su mirada parecía amenazante y bastante molesta.

—¿Qué haces aquí? —preguntó él con un tono de voz algo agudo pero irritado.

Childe le mira curioso.

Parecía bastante joven. Pero Zhongli también lo parece y sin embargo es un dios bastante antiguo. Lo mismo para las Adeptus que conocía.

Al ver que no respondía a su pregunta, chasqueo la lengua molesta y retiró la lanza.

—Una pena que no pueda rebanarte la cabeza. Él no me lo perdonaría nunca.

De verdad, era una pena.

—Perdona —dijo Childe —, ¿nos conocemos de algo?

Este le miro rápidamente.

Su mirada estaba fija en él como si buscara realmente identificarle solo mirándole a la cara. Podía percibir cierta sorpresa en sus ojos.

—¿Acaso no me recuerdas? —pregunta este.

Childe niega con la cabeza.

—No recuerdo nada desde que desperté hace poco.

—Entonces eso explica por qué te ves tan raro —comenta despreocupado este.