Era un día soleado, la brisa soplaba de tal manera que meneaba la copa de los árboles de un lado a otro; un jóven de plateados cabellos se encontraba dormido bajo un árbol de manzanas, hasta que una voz gruesa interrumpió su descanso.
— ¡Silver! — dijo Lilia con voz cantarina mientras sacudía el hombro del susodicho con poca fuerza — te he estado buscando por toda la academia, vamos, tenemos que regresar al dormitorio. —
El peliplata pestaño varias veces para despabilarse, posteriormente se puso de pie con ayuda de su “padre” y sonrió levemente a la vez que se estiraba — ¿Qué... Qué hora es? — coloco una mano sobre su boca y dio un gran bostezo.
El de cabello bicolor sonrió enternecido por la acción del chico, de cierto modo le recordaba a cuando Silver era un bebé. Parecía tan frágil y delicado ante sus ojos, aunque el peliplata fuera caballero de el heredero del valle de las espinas y fuera considerado un chico fuerte, de buena salud y muy hábil, para el mayor seguía siendo un pequeño chiquillo.
De la nada, el recordar que hace tan solo un par de años atrás se había enterado de la enfermedad que tenía el chico, la cual, desgraciadamente acababa lentamente con la vida de su pequeño, lo destrozaba, sabía que en cualquier momento el joven lo dejaría solo... Aunque no del todo, ya que tal vez Sebek y Malleus lo acompañarían en su momento de dolor.
Abrazo al menor con fuerza, pensando que en ese momento, el más joven se esfumaria y que todo lo que estaba sucediendo, era producto de su imaginación.
Silver, desconcertado, correspondió el abrazo de su padre, y así estuvieron durante un par de minutos hasta que el mayor comenzó a llorar; el chico empezó a preocuparse, ya que nunca había visto a su progenitor en ese estado.
— Viejo... No llores... — se aparto del mayor y rápidamente fue hasta un pequeño campo de flores, dejando a un hombre destrozado por sus sentimientos y pensamientos que lo abrumaban; el peliplata cortó un ramo de claveles de color rojo y regreso con el de cabellos bicolor, se puso de cuclillas e hizo que el mayor lo mirara, posteriormente, le entrego las hermosas flores con una radiante sonrisa.
— Se muy bien que me queda muy poco tiempo de vida, pero no me gusta verte en ese estado, yo... Solo te pido que sonrías y bromees como siempre lo haces... —
El mayor no sabía que decir... El que su hijo aceptara su destino así de fácil, lo tenia atónito, aunque no es que tuviera otra opción, después de todo, la enfermedad no tenía cura; aquel hombre de apariencia joven, volvió a abrazar al menor con fuerza y dijo con voz suave — No seras mi hijo biológico, pero te quiero como si lo fueras... Te quiero... hijo mío — sus labios formaron una débil sonrisa y volvió a su típico estado de humor como si nada hubiera pasado.
— Bueno ¡vayamos ya al dormitorio! Los chicos han de estar preocupados por nosotros nfufufu ~~ — dijo alegremente mientras jalaba al peliplata del brazo.
Sin dudas iba a echar mucho de menos a su hijo cuando el deje este mundo...
❜ ⌗ . . . . Nota del autor . . . . . ⌗ ❜
Quería escribir algo triste, pero no sé preocupen, tal vez y luego haga una historia alegre con todos los personajes para subirles el ánimo. <3
• Claveles Rojos: Resume la admiración hacia su labor como padre. Simboliza el amor en estado vivo.
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Flores para el viejo
Fanfiction- Yo siempre te admire. - Por favor... Por favor no me dejes... Lilia, un padre adoptivo que ha cuidado varios niños como si fueran suyos, pero ¿que pasaría si se entera que uno de ellos tiene una enfermedad que no tiene cura? Aclaración: no pago te...