"La Luna Del Alfa" [Terminado/Sin Editar]

6

[ Ethan ]

Los chicos no pudieron venir por mi hermana, así que me tocó a mí. Espero y se de prisa por qué debo de terminar de escribir unos documentos. Conociéndola, se quedara platicando.

Solo pido que no se le ocurra, presentarme con sus amigas, no tengo tiempo. La verdad tengo prisa.

Me estacionó esperando a que salga, me coloco unos lentes de sol, hace calor, presiono el botón para que se abran las ventanas del auto. Necesito aire fresco.

Respiró profundamente, que bien se siente relajarse aunque sea por unos minutos.

Me renuevo sobre mi asiento y un hormigueo me recorre el cuerpo.

~¡MATE!~ grita de pronto Demon. Me dejó incorporado de golpe.

—¿Qué?— pregunto.

Imposible.

~¡Corre! Aquí está, nuestra Luna, ¡Corre Ethan!~ salgo del auto rápidamente. Cierro los ojos para que el olor a vainilla con chocolate, me lleve a ella. Me quitó los lentes.

Con la mirada la busco, hasta que la veo. Es ella.

~¡Es la rubia!~ grita alegre Demon. ~Hay que ir por ella~

Es ella.

Es hermosa, es mi alma gemela.

Aquella chica, rubia, es mi mate.

El corazón me comienza a latir muy rápido. Trago grueso.

¡Al fin! La diosa Luna se compadeció de mi.

Mis pies se mueven solos, a su dirección de ella.

Sin quitar mi mirada sobre ella, camino para poder reclamarla como mía.

~¡Nuestra!~ como sea.

Casi corro, para poder estrecharla entre mis brazos y .....

—¡Alto ahí!— se me interpone Marissa.

~¡QUITALA DE EN MEDIO!~ ruge Demon.

—Vamos Marissa, Haste a un lado— la trato de mover pero se niega a quitarse.

—¡Ethan! Razona, es una Humana, las vas a  espantar—cierro los ojos, apretando mis puños, trato de controlarme.

—Tienes razón— doy varias profundas respiraciónes. Me pasó las manos por mi cabello. —Debes controlarte, debemos controlarnos Demon.— digo entre dientes.

~¡Me niego! Quiero ir por mi Luna~ cierro los fuerte, apretando mi mandíbula. Demon quiere Salirse.

Marissa me toca el hombro.

—Escuchame muy bien, Demon— ahora coloca ambas manos sobre mis hombros mientras le comienza hablar. —Se que llevas siglos buscando a tú, Luna y estás más que desesperado, pero, recuerda como antes decías que no te importaba encontrar, y mírate ahora, estás como un psicópata.....—

~Eso fue antes .....~

—¡Silencio! El caso es que, si vas ahora por ella, que si no lo ves, es humana se asustara, tanto que la podrías perder,  está vez para siempre. Y eso no querrás, ¿Verdad?—

~Exacto~ murmura fastidiado.

Mi hermana sonríe.

—Bien, vamos y los presentaré con ellas. Bueno especialmente con ella— dice.