La verdadera soledad

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-¿Puedes sentir algo?

Me pregunta a quella persona a la cual apenas conocí para un encuentro casual.

-¿Te gusta? -gimió con voz entrecortada

Nada, pensaba que aquello podría por lo menos volverme a la vida de esta extraño vacío, un pozo sin fondo y un frío absoluto que ni siquiera podía decifrar como puede se puede replicar.

-¡¡¡Síííí!!! -respondí de forma excitada, pero por dentro sentía indiferencia y repulsión.

Cuando llegue a mi apartamento lo primero que hice fue vomitar en el baño. Sentía que ya había tocado fondo y nada me ayudaba a salir de ello. Veía una persona en el espejo, y le preguntaba...

- ¿Por qué me haz dejado así? -pregunte con una frustración extrema.

-La verdad tú te lo buscaste -respondió como su sarcasmo habitual.

Cada vez que terminaba aquella perorata, me iba a la cama ansíando que el día acabará, pero la noche siempre es y será el peor momento de uno. Al no escuchar nada y a nadie, empiezas a crearlas tu mismo y recuerdas cada momento para saber que hubieras dicho.





Un día una persona que conocía de hace años, volvía a la ciudad y preguntó si quería pasar el rato en una cafetería. Al principio quería decirle de alguna excusa porque pensaba que me necesitaba para un favor, aunque termine aceptando luego de ver como estaba todo a mi alrededor, decidí al menos que podría refrescarme.

-Tengo un proyecto en mente y quería saber si ¿Quieres ayudarme?

-Sí, adelante -respondí con toda mi energía, aunque por dentro quería desaparecer.

Nos organizamos para poner a prueba la idea que tenía. Me transnochaba porque al menos sentía que podía ayudar a alguien en algo. El tiempo pasaba y yo empezaba a tener sentimientos por ella, sentía que era un injusto y me los guarde para no molestarla. Ella me preguntaba si todo esta bien y yo respondía con una sonrisa falsa que sí lo estaba, mientras terminaba mi parte del proyecto.





Un día, ella me invita a almorzar para celebrar la conclusión que lo que habíamos trabajado durante 6 meses. Seguí todas sus expresiones y facciones para demostrar el mismo interés. Ella tomó la copa de vino y en frente de mí me dijo:

- ¿Por qué finjes?

Quede helada por su pregunta y prefeí responder con una risita como se tratará de alguna de sus bromas. Ella me miró fijamente esperando que respondiera, yo por el otro lado miraba al suelo con miedo y aprendando los labios. Espero 5, 10 y 20 minutos hasta que puede organizar mis ideas. Le explique como me sentía, como estaba siendo todo a mi alrededor y hasta como yo misma me odiaba. Ella se acerco a mi, me abrazo y me dijo todo lo que yo valía. Yo era un mar de lágrimas con cada recuerdo, acción y momento que ella decía que fue significante. Expreso lo muy orgullosa que estaba por mí durante estos 6 meses, además admitió que tenía fuertes sentimientos por mí.





La siguiente vez que la vi fue en su funeral, su vida termino ese mismo día por culpa de un conductor ebrio. Quede impactada por la noticia y aunque quería caer en ese vacio sin fondo, sentía que no podría defraudarla. Luche por poner aflote el proyecto, estuve sola y aun así quería que todo saliera bien.

-"Ella vio valor en mi cuando nadie más lo hizo" -repetía en mi mente cada vez que quería rendirme.

Al final el proyecto resulto rentable y decidir darle a su familia el 80% de las ganancias, aunque sabría que eso no podía ayudar en nada.

Con el tiempo la recuerdo cada vez por darme esa fuerza, ese cariño y esas dulces palabras que nadie más me dio. Continué estando sola y buscando la ayudaba que necesitaba, algunos días son mejores que otros, pero eso no significa que no pueda llevarme bien conmigo misma.

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