☀︎︎ yungi : 𝗮𝘀 𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗼𝗿𝗹𝗱 𝗰𝗮𝘃𝗲𝘀 𝗶𝗻.

everlasting.

Eran alrededor de las 8:00 PM, Song Mingi se encontraba sentado en el suelo de su habitación mientras en la cama de la misma estaba Jeong Yunho, su preciado novio desde hace aproximadamente 3 años. Ambos estaban viendo la televisión. Suena a algo tierno y casual, ¿verdad?

Claro que lo sería, de no ser porque en las mismas noticias que estaban viendo solo se hablaba del "juicio final", aunque no lo crean estaban viviendo literalmente el fin del mundo. Mingi sonrió con una profunda tristeza.

Su familia, y sus amigos ya no estaban con él, no sabía a qué dios debía agradecerle que no le hayan quitado a su pareja también, Yunho era lo único que tenía.

— Oye. — Habló el más alto, capturando la atención del peli-naranja. — Tú crees. . . — tragó Yunho antes de hablar. — ¿Tú crees que podríamos morir?

Mingi solo podía ver angustia y miedo en los ojos de su amado, aquellos ojos que hace apenas unos días parecían de un cachorrito, un cachorrito al que ahora le habían quitado todo.

— Bueno, Yun. Estamos viviendo eso a lo que todos llamaban apocalipsis. Básicamente, sí. — soltó como si nada, no quería parecer cruel, pero tampoco podía mentirle a su novio, no sabiendo que no iban a estar allí por mucho más. Mingi ya había perdido el miedo a morir, lo único a lo que temía es a que se llevaran primero a Yunho. Lo que no sabía es que así mismo pensaba él.

— Fue una pregunta muy tonta, lo siento. — rió bajito, a pesar de lo mal que pintaba la situación tenía mucha suerte de aún estar al lado de Mingi, quien había sido el pilar de su vida desde pequeños.

Mingi se alejó un poco y volvió a su asiento en el suelo, no sin antes agarrar un pequeño esmalte negro. Pensaba que haciéndole garabatos a sus uñas podría distraerse un poco, pero que gran error había cometido. Ni siquiera supo en qué momento empezó a llorar de manera tan descontrolada, pues había recordado que su mejor amigo, Hongjoong, solía pintarse sus uñas y él varias veces lo ayudaba con eso. Lo extrañaba tanto y todo aquel martirio apenas estaba empezando. Hongjoong era un chico peli-blanco que había conocido hace 2 años atrás en sus clases de música, se llevaron bien desde el primer momento y se volvieron mejores amigos. Mingi nunca creyó estar vivo para cuando algo así pasara, pero ahí estaba, sintiéndose miserable por no haber podido hacer nada para salvarlo. Kim había sido disparado y antes de poder hacer algo Yunho se echó a correr con él.

Yunho al ver el estado de su pareja corrió hacia él dándole un abrazo, no era necesario decir nada para saber por qué lloraba. No había derramado una lágrima desde que empezó la catástrofe y ya era hora de que dejara de hacerse el duro y se desahogara, Yunho también hubiera querido salvar a Hongjoong, pero con el dolor de su alma tuvo que dejarlo, su única prioridad eran su vida y la de Mingi.

Ya estando así se permitió llorar junto al otro, pues él también había perdido a su mejor amigo, a todos. Ya era un milagro que estuvieran ahí, con vida.

Al pasar unos 20 minutos ambos se tranquilizaron y decidieron salir de su hogar, algo bastante contradictorio, pero si igual iban a morir pues qué más daba.

Salieron tomados de la mano, observando a la nada, las calles estaban totalmente vacías, los negocios y demás casas estaban destruidas, aquello era un verdadero apocalipsis.

— Yuyu, ¿recuerdas cuando nos conocimos? — comentó Song.

— Cómo voy a olvidar eso, tenías 12 años y aún así estabas llorando porque una niña te rechazó.

— ¡No es verdad, te dije que estaba llorando porque perdí un exámen de inglés! — intentó defenderse, pero lo que había dicho no era más que la verdad. incluso le contó toda su tragedia apenas se conocieron. Pero Yunho no se burló, al contrario. Le dijo que parecía un buen chico y que era lindo, que no debía preocuparse y que algún día encontraría a la persona indicada. En eso también tenía razón, pero nunca se imaginó que él sería esa persona.