Este es el especial navideño derivado de mi otro libro "One Shots |Personajes de Chris Evans & Tú" .
Mucho fluff, amor y aventuras invernales y navideñas.
Diciembre 2021 [Completado]
#2 oneshotcollection 12/12/21
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Día 4 Inspirado por: It's Not Christmas Without You (Victorious)
|Andy Barber|
Tan pronto como abriste los ojos, supiste que algo era distinto esa mañana.
Giraste sobre la cama, buscando a Andy, pero como era de imaginarse, él ya no estaba. Rodaste hacia el otro lado, estirando tu mano hacia la mesita de noche en busca de tu celular. Revisaste la hora. Definitivamente ya hora de levantarse de la cama.
Soltaste un gruñido odiándote a tí misma por tu fuerza de voluntad de ponerte de pie cuando bien podrías quedarte en cama, cobijada y calientita, todo el día en vez de ser un adulto productivo de la sociedad.
De la nada oíste un ruido en la cocina. Como si alguien estuviera abriendo cajones.
Se suponía que estabas sola en casa; para la hora que era, Andy ya estaría en su trabajo.
Brincaste de la cama y buscaste en el armario uno de los palos de golf de Andy, lista para usarlo como arma en caso de ser necesario, también llevaste tu celular contigo, con el número de emergencia listo para sólo presionar un botón y llamar.
Saliste de tu habitación y comenzaste a bajar las escaleras.
Mierda. Aún tenías calcetines puestos. Andy odiaba que usaras calcetines para bajar las escaleras de madera pues te volvía propensa a caerte. Bueno, lo que no supiera, no iba a lastimarlo.
Levantaste el palo de golf sobre tu hombro en un swing perfecto, dando pasos sigilosos hacia la cocina una vez que estuviste en el primer piso. Te recordaste a ti misma que lo que sea que fuera, tú eras lo suficientemente valiente y fuerte para lidiar con ello.
Mientras más te acercabas a la cocina, más claro se volvía que había alguien ahí.
Como una bandita, simplemente brincaste a la cocina, lista para atacar con tu palo de golf al intruso en tu casa. Sin embargo, no encontraste ningún intruso; en su lugar, encontraste a tu esposo, sentado en uno de los bancos de la isleta, comiendo su huevito revuelto mientras leía el periódico.
Él ni se inmutó de que llegaste amenazadoramente con su propio palo de golf, simplemente sintió tu presencia después de que te quedaras de pie frente a él, mirándolo confundida.
"Buenos días, cariño." Te saludó con una sonrisa suave. Sus ojos captaron el palo de golf que aún sostenías sobre tu hombro. "¿Qué haces con eso?"
"Pensé que eras un intruso."
"¿Por qué?" Rió un poco mientras se ponía de pie.
Caminó hacia los gabinetes para sacar una taza y llenarla de café, fue hacia a tí para dártela. Te intercambió la taza de café por el palo de golf, dejando esté apoyado contra la pared. Luego te dio un beso en la frente y volvió a su lugar en la isleta para continuar desayunando.
