Eres tan extraordinario, que cualquiera que te viera pensaría que se cruzó con un ángel, aunque los escépticos solo dirían que eres de ensueño, aunque tu belleza solo es gracia divina.
Tus lágrimas amargas fueron un tsunamí que arrasó con cada rastro de dureza en mí, de alguna manera verte sufrir me derrumbo, pero fue extrañamente bello, porqué allí supe que en verdad te amaba.
Aunque ni siquiera sé de tus batallas, pude decir que encontré el amor de manera tan abstracta, lo nuestro es arte, tan increíble.
Todas las cosas que hiciste, como las desarrollaste, tus consejos fueron provenientes del cielo cuando sentí que fui consumido por el mismo infierno, esas palabras pacientes fueron como gracia divina.
Nada volverá a ser igual desde que conocí el paraíso en tus besos, entiende que nada lograría calmar mi ansiedad, solo tú eres la prueba viviente de que se puede encontrar el cielo, en medio de tanto caos.
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PoesiaAgridulces veintidós, cargado de momentos, confusión, experiencias, sentimientos, apredizaje y lecciones.