Mi novia tiene recién sus 18 años, es una flor tan pura ante el jardín.
Mi novia estudia criminología, sí, está en universidad, ha concluido todos sus estudios hasta ahora.
No es tan alta, pero me eleva tanto; sus caricias tienen tanto poder en mi.
Amo cuando rosa mi mano con la suya porque quiere que la tome, me gusta cuando retira el cabello de mi frente y me ve directamente a los ojos.
Siento paz y tranquilidad al escucharla preparar algo en la cocina.
Sus pies fríos y descalzos entre las sábanas juntó a su cuerpo tendido me parece tan simple y sensual.
Las lágrimas que derrama tras recordar su pasado o ver cosas que la ponen sentimental, me hacen un hueco en el corazón, me provoca querer abrazarla tanto y jámas soltarla;
pero cuando pone sus labios junto a los míos, pareciera que todo al rededor desaparece y simplemente estamos los dos solos en el universo, sus manos en mi cara y en como mueve su boca a cada beso es algo casi indescriptible, pero me esfuerzo en plasmarlo.
Su cabeza en mi pecho hace que mi corazón delate lo enamorado que me tiene.
Cuando me da su punto de vista de la vida, me hace pensar en si la mía es la correcta, tiene tantos datos interesantes como cosas que han pasado en su vida que podría escribir un libro
Mi novia tiene un lado tan candente también, cuando salimos a algún lado, le gusta que repose mi mano sobre su pierna y que, al pasar de la noche vaya subiendo poco a poco, es tan candente que el primer acercamiento que tuvimos no pude controlar los nervios al verla desnudarse prenda por prenda frente a mis ojos, incluso la primera vez que la toqué, pensé que no me lo permitiría, pero una vez que comencé era casi imposible parar, ella se volvió tan ligera estando encima de mí, escuchar su voz cambiando me hacía escurrir el sudor de la frente.
Los grandes ojos de mi novia y en como sus pómulos se tornan rojos por lo caliente que esta, me pone demasiado y siento mucho más amor por ella.
Mi novia logró controlar el nerviosismo que tuve en nuestra primera vez fallida, pero puedo asegurarles que me sentía tan afortunado de estar a su lado, en ese cuarto rosado.
Mi novia tiene una manera tan peculiar de hacer mis pensamientos cambiar en cada pelea o discusión, suele estar callada al igual que yo, se reserva los comentarios y me gustaría saber en lo que piensa cada que me mira y frunce el seño, pero lo que ella no sabe es que por dentro mi molestia sesó con tan solo ver sus grandes ojos marrones y en como logro enfocar sus aleatorias pecas que adornan sus voluptuosos cachetes, hubo una vez que pensé que se alejaría, pero solo se recostó a mi lado mientras me abrazaba muy muy fuerte.
