Tercero C

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Abigail

Otro curso más, en otro instituto diferente. Esto de que papá tenga que cambiar de centro, aunque sea de la misma empresa, y la obsesión de mi madre de no separarse de él me molesta. Cuando hago amigos, siempre me cambian de instituto. Espero que en este pase mis tres años que me quedan.
Lo primero que hice, fue preguntar a alguien donde estaba el teatro, ya que era donde hacían una reunión con todos los alumnos, en este caso de tercero, y dirían en qué clase vamos cada uno. Después de perderme por el inmenso patio, llegué al teatro. Ya había muchos sitios ocupados. El primero que encontré fue en medio de una fila donde siete chicos y varias chicas conversando muy animadamente. Aquel sitio estaba entre un chico con los ojos achinados, y una chica con el pelo rosa. Me senté después de preguntarles si podía hacerlo. El chico primero me preguntó mi nombre, a lo que yo le contesté que me llamara Abi, a lo que él contestó
"¡Encantado, Abi! Soy Guillermo, llámame Willy, y estos retrasados de aquí, son mis amigos."
Guillermo. Que nombre tan bonito. De repente todos se callaron y se sentaron bien. Yo les imité, puesto que seguramente ellos ya llevaban en este instituto más que yo. E hice bien. Después de una larga charla sobre lo que debíamos, podíamos y no podíamos hacer, empezaron a llamar a los alumnos de las clases. Pasaron dos clases, y ninguno de los que estábamos en esa fila nos habíamos levantado. Cuando llegó tercero C, empezaron a llamarnos. A un chico bajito y con perilla, Alejandro Bravo. El siguiente de nuestra fila fue un tal Samuel de Luque, un chaval muy alto, musculoso y apuesto, aunque su voz no pega con su cuerpo. Después llamaron a Guillermo, y me di cuenta de que se apellidaba Diaz. La siguiente fui yo. Abigail Delgado. Llamaron a otros de los chicos que estaban sentados en nuestra fila. Rubén Doblas. Hasta que nos llamaron a todos. Pasaron por Francisco Garnés, Borja Luzuriaga, por Andrea Muñoz, la chica pelirrosa. Miguel Ángel Rogel, apopado Mangel. Y por último, pero no menos importante, una chica llamada Ester Ventosa. En cuanto nos dijeron a todos, nos levantamos y fuimos a encontrarnos con nuestro tutor, que también era profesor de música según me contaron las chicas al ver que iba a su clase. Me interrogaron y les dije todo sobre mí: Nunca había tenido ni novio ni lío. Y más cosas. No nos sentaron por orden de lista, y eran filas largas, ya que la clase era enorme. Eran de 3, y las chicas me invitaron a sentarme con ellas. Acepté y me dijeron que me sentara en el medio. Que era la nueva y que necesitaba hablar con las dos. Cosa que yo no entendí pero acepté.

Compañeros Y Mejores Amigos. (Willy y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora