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Harry sonrió cuando vio a Louis pasar y saludar por la vitrina a la mañana, entró y rodeó el mostrador dándole un beso en la mejilla antes de tomar el vaso descartable de té y la factura que cada mañana preparaba para el antes de que entrara a la universidad.

-Suerte en el parcial de hoy.

-Vende mucho, suerte Hazz - Louis colocó el dinero sobre la caja registradora y tan rápido cómo entró se marchó, dejando a Harry con la clienta que estaba atendiendo y el corazón acelerado.

La señora del otro lado del mostrador en lugar de impacientarse sólo sonrió, esperando que el rizado saliera del pequeño trance en el que el ojiazul lo había metido.

-Disculpe, olvidé su pedido.

-Me pasaba cuando estaba enamorada -La señora soltó una pequeña risa- Un café para llevar y dos muffins de chocolate.

Las mejillas de Harry se tiñeron de rojo y falló terriblemente cuando intentó suprimir una sonrisa.

-No estoy enamorado, Lou es mi amigo.

-No lo parece, ¿Estas seguro que no es tu omega? Serían una pareja adorable.

-Lo seríamos, pero no estoy seguro que quiera, me parece que le gusta alguien más- le ofreció su pedido en una bolsa de papel madera y la mujer lo tomo, dándole su pago y propina

-Bueno, te deseo suerte querido.

-Que tenga buen día.

Durante el resto de la mañana Harry estuvo con la mente en otro lado, o en alguien más, ¿Realmente se había enamorado de Louis en los pocos meses que llevaban hablando?

Lo más probable era que sí, cenaban juntos, buscaba excusas para verlo, y se dio cuenta que incluso sonreía al celular cuando recibía mensajes simples como "Ya estoy yendo" "¿Cenamos?" O "¿Cómo va tu dia?"

Estaba terminando uno de los últimos bollos para dejar leudando toda la noche cuando un mensaje de Louis llegó; "Un amigo me recomendó un restaurante italiano, y voy a salir un poco tarde ¿Querés ir?"

Harry mordió la cara interna de su mejilla y tipeó; "¿Puede ser una cita?" Lo leyó una vez más y decidió borrarlo, reemplazandolo por un "Me gustaría mucho :)"

Dejó caer su cabeza contra la mesada un momento, agradeciendo haber recordado colocarse la red de cabello.

Louis tocó la puerta de la panadería media hora después, y Harry salió listo para ir a cenar.

-Hola- esbozó una pequeña sonrisa.

-Hola Hazz -Louis rió un poco extendiéndo sus manos hasta tocar su frente -Estas lleno de harina, ¿Se metieron ladrones a hacer una guerra en la cocina?

-Tuve un pequeño problema, nada grave -Sonrió, sintiendo los dedos de Louis luchar contra el polvo blanco en su ropa.

-Listo, ¿Vamos y me contas?

-Vamos.

Louis abrazó su cintura y dejó que él pasara su brazo por sobre sus hombros para comenzar a caminar las cuadras que los separaban del pequeño local, la estética era similar a la de la cafetería de Harry, vintage pero moderno, simple y luminoso. Louis se enamoró del lugar de inmediato, había una suave música de fondo y la gente no hablaba muy alto, dándole un aura tranquila al lugar.

Tomaron asiento junto a una ventana y casi al instante les trajeron la carta, Louis pidió Pasta Carbonara y Harry Pasta alla Norma sólo por el nombre elaborado y el bonito acento que el Omega había utilizado para burlarse del nombre del plato.

PetricorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora