3. ¿Se parece un elefante a una tortuga?

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[HaeRi]

Llegué tardé, poco me importaba lo que tuvieran que decir a eso, fue la ahjumma que se encargaba de la casa quien me recibió, eso sí me sorprendió, no pensé que siguiera trabajando para papá; ella siempre fue buena conmigo así que no me limité para saludarla con un abrazo y mucha alegría.

—Ande señorita el desayuno se sirvió en el jardín para aprovechar el día, vaya y enseguida le llevaré un plato—

—Gracias, supongo que papá estará algo molesto por mi tardanza—

Salí al jardín y ahí estaban en la gran mesa de campo los tres, como siempre desde lo último que recuerdo, un pretencioso desayuno con copiosa comida que nadie tocaría y barbie y su madre tan odiosas como siempre, hice una sencilla reverencia de saludo y fui a sentarme al lado opuesto de ellas en la mesa.

—Mira que ojeras traes, debió ser buena la fiesta de anoche, ni siquiera a dormir te dignaste a llegar—

—¿Por eso In Ah dijo que no vendrías?—

—Tenía jet lag, dormí como oso pero no bastó— sonreí cuando ahjumma me sirvió café con crema y bebí un poco con cuidado —Y no me quedaré aquí, estoy en el apartamento de mamá con In Ah ahjussi, viviré ahí mientras hago la residencia—

Juraría que la tensión en la mesa se cortaba con un cuchillo pero no quise preguntar nada y me concentré en comer mi desayuno y fingí no notar las miradas extrañas entre esa señora y mi padre

—Acerca de la residencia...sabes estaba pensando que sería mejor si entraras directamente a encargarte de la logística y la administración del hospital—

—No— después de que esa sola sílaba saliera de mi boca todo quedó en silencio y yo traté de no alterarme demasiado —hice esto por mí misma, envié mi solicitud como todos los demás, hice un examen que aprobé con excelente nota y di una entrevista para ganar un lugar, quiero tomarlo y pienso hacerlo—

—Como heredera del grupo tienes que estar al tanto de todo, debes tomar tu responsabilidad—

—No, tú quieres una marioneta en la administración y yo no voy a hacer eso, dile a la barbie que lo haga, que sirva de algo— me levanté antes de que alguien pudiese decir algo y me retiré sin decir nada más, salí de la casa y caminé hasta llegar al parque que estaba más cercano a la casa, fui a sentarme al columpio y solo ahí pude dejar salir mi frustración a través de las silenciosas lágrimas que rodaban por mis mejillas.

Al poco rato de estar ahí mi móvil sonó y yo pulsé el botón pero no dije palabra alguna ni siquiera había visto quien llamaba —Noona...¿Noona? Noona Ri ¿Estás ahí, estás bien?—

—Ah Jong...Kai perdón es que estoy algo—

—Sé que estás llorando...tu voz tiembla— me reprimí a mi misma porque me conoce tan bien —¿Dónde estás? Te recogeré enseguida—

—En el lugar donde jugábamos de niños ¿Lo recuerdas?—

—Aaah ¿Ese lugar con la rueda de colores y la tortuga resbaladilla? Cerca de tu casa—

—Jaja bobo, y la que está mal de la memoria soy yo...es un elefante, la resbaladilla es un elefante pero sí es el lugar cerca de casa—

Kai tardó un poco en llegar pero eso fue bueno, de esa manera pude asegurarme de no tener más lágrimas cuando él llegase, odia verme llorar, en Estados Unidos se metió en problemas más de una vez debido a mis lágrimas, siempre estuvo cuidándome; la madre de Jong In era hermana de mi madre, ellos ya vivían en América cuando yo me mudé, así que fueron un gran apoyo para mí, ahora él había decidido vivir en Seúl mucho antes de que yo pensara en volver, era bueno que de nuevo estuviese para mí, aunque claro de igual manera yo siempre estaba para él.

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