- Bien, ¿alguna vez practicaron artes marciales? - Pregunto Konro amablemente agachándose a su altura, eran dos niños que acababan de perder a su madre, aunque solo una de ellos parecía estar afectada.
- Aoi-san nos enseñó algunas técnicas y posturas. - Asintió el chico, llamando a su fallecida madre por su nombre mientras agarraba la mano de su hermana.
- Entonces les será más fácil aprender, oí de su madre que tienen un poder de fuego, ¿cuál es? -
Benimaru quien no parecía muy atento por un segundo afino su oído mientras parecía estar eligiendo un matoi, curioso por el poder de esos dos.
Los dos hermanos se miraron entre sí por unos segundos y el chico volvió a hablar con una sonrisa. - Nuestro poder se basa en la voz, podemos calentar nuestras cuerdas vocales para llegar a tonos que ningún otro humano puede, Aoi-san decía que según crezcamos nuestra voz se volverá más fuerte, podemos llegar a un tono que hace explotar a los infernales debido a las vibraciones que afectan a su cuerpo... y además... - Sonrió con estrellas en los ojos. - ¡Ahora Sayumi tendrá el mismo poder que Benimaru! ¿¡No!? -
- Vaya, vuestro poder suena increíble. - Dijo Konro con una sonrisa algo extrañado.- Es verdad, Sayumi te tendremos que enseñar cómo controlar el poder de Benimaru -
- Es increíble que él y nee-san sean...- Antes de acabar, un matoi choco contra él, tirándolo directamente al suelo.
- Nii-san! - Su hermana preocupada se agachó, mientras Konro giraba a ver al culpable.
- Se me escapó. - Alzó los hombros el pelinegro sin darle mucha importancia.
- Luego hablamos, Sayumi-chan lo llevaré con un médico. - Dijo Konro, cargando al niño para llevarlo al médico de la base.
La rubia quedó sola, viendo cómo se iba con su gemelo, giro a ver a Benimaru con el ceño fruncido.
- ¿Por qué hiciste eso? -
- Mira niña, escúchame bien, no quiero una llama gemela, no la necesito, y menos si es una niña débil. -
¿Niña? ¡Si tenían casi la misma edad!
Sayumi se mordió el labio, intentando no llorar, toda la vida le habían contado que según esa leyenda si encontraba a su llama gemela, este estaría perdidamente enamorada de ella y ella de él.
- No soy débil, solo soy joven. - Se defendió como pudo.
- Mírate, si estás de pie es porque te sano con el poder de la llama, si salieras de esta casa o yo me fuera ni siquiera podrías respirar por el humo que inhalaste, estás bien gracias a mí. - Se acercó a ella. - Así que si no quieres dejar de estar bien más te vale no decirle a nadie esto, y que tu hermano se calle. - Dijo de manera amenazante, mientras los ojos de la chica se cristalizaban.
- ¡Pues no quiero tu poder! - Le grito, haciendo que el azabache retrocediera un poco, no parecía una chica que alzará la voz y eso le sorprendió un poco. - ¡No quiero el poder de un estúpido como tú, así me muera! ¡No quiero que seas mi llama gemela! - Le grito con lágrimas en los ojos y se fue corriendo, Benimaru simplemente miraba con los ojos bien abiertos como la chica se iba.
¿Acababa de hacer llorar a una niña? ¿Acababa de hacer llorar a su llama gemela?
Sintió una gran presión en el pecho, sabía que si unos de los dos tenía alguna emoción fuerte, el otro podía sentirlo, pero no pensaba que sus palabras le sentirían tan mal a la chica.
Quería decir, sí, quería asustarla y que mantuviera todo en secreto, pero no podía negar lo que eran, seguiría usando su poder hasta que se recuperará de sus heridas del incendio y quizá podría hablar con ella de vez en cuando. No pensaba que la haría llorar.
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Play with fire - Benimaru Shinmon - Fire Force
Fanfiction¿Te asusta el fuego? {Segunda historia de Benimaru publicada en wattpad}