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Akaashi continuamente estaba en control. Él sabía lo que necesitaba hacer en orden de alcanzar sus metas, ser una buena persona, un buen amigo, un buen hijo. Lo que no sabía era como terminó en esa situación. Él y Bokuto eran amigos. Mejores amigos. O eso es lo que Akaashi pensaba. De alguna forma, habían muchas cosas que no conocía de Bokuto, su ace estaba lleno de sorpresas. Le gustaba eso. Disfrutaba no estar en completo control de Bokuto. Porque, nadie debería controlar a Bokuto, su burbujeante y torpe compañero, llenó de amor y emoción.

Un estado de constante emoción, era divertido. Akaashi amaba estar a su alrededor para disfrutar su luz. Él siempre había estado en la sombra antes de conocerlo. Él también estaba contento. Akaashi nunca se conformaría con volver a vivir en la sombra después de estar expuesto a él. Después de amarlo.

Pero no podía controlar el amor, y definitivamente no podía controlar a Bokuto. Él no tenía el control en esta cosa, y aunque le molestaba muchísimo, también encendía un fuego el cuál temía ardiera muy intensamente.

Era el final del segundo año de Akaashi en preparatoria. La ceremonia de graduación de los de último año acontecería en tan solo una semana, y Bokuto dejaría Fukurodani. Sabía que el día llegaría. Era otra de esas cosas que no controlaba. Aun así, se preguntaba cómo serían las prácticas sin el. Se había acostumbrado a sus cambios de ánimo. Su presencia iluminaba el gimnasio sin importar su humor. Lo extrañaría.

¿Seguirían en contacto, incluso si iban a escuelas diferentes? Sus caminos se separaban, al igual que su corazón. Algo más que no podía controlar. El flujo del tiempo corría como la arena entre sus dedos, una rápida perdida. Akaashi había malgastado tanto tiempo antes de darse cuenta en que era preciado invertirlo. Igual sentía que nunca tuvo suficiente. Había tantas cosas que quería hacer junto a Bokuto. Pero volviendo a su realidad, cuando Bokuto una vez más estaba parloteando después de la práctica, Akaashi no pensó nada de ello. Era la usual charla de chicos en los vestidores.

— Hombre ¡No puedo creer que realmente me voy a graduar! —Bokuto se quejó, tirado en el suelo.

— ¿No es eso algo bueno? —cuestionó Washio.

— ¡No! —protestó—. ¡Voy a ser forzado a dejar a mis preciosos kouhai para valerse por sí mismos!

— Honestamente, creo que tús autonombrados "preciosos kouhai" estarán mucho mejor sin ti—Konoha se metió. Akaashi rio ante el comentario—. De cualquier forma, aún tienen a Akaashi —señaló.

El menor se sonrojó a la mención de su nombre. Aún no podía creer haber sido elegido para esa posición. En realidad no lo quería. Él como capitán solidificaba el hecho de que Bokuto se iría. Y si existía algo que no quería, era que Bokuto se fuera. El pensamiento de llegar a la práctica sin su ace le era poco familiar, muy fuera de lugar. Pero sus compañeros contaban con el.

Se los dijo una vez después del entrenamiento, en el camino a casa. Fue el día en que el coach lo apartó para contarle. Quizá, porque Bokuto era su actual capitán, él sabía antes que el resto. Akaashi recordaba su caminata a casa ser inusualmente callada. Con su segundo año concluyendo, ambos tenían demasiados pensamientos inundando sus mentes. Cuando Bokuto habló, verbalizo sus preocupaciones sobre lo que el verano traería consigo. La pérdida de su equipo, el futuro, su futuro. Mencionó lo de continuar en contacto, a pesar de la ocupada agenda que tendría como pro-atleta, lo que definitivamente sería. Todas estas cosas pasaron por alto en segundos hasta que llegó al punto.

— Te dejaré el equipo a ti, Akaashi —dijo en un tono serio—. El coach probablemente ya te lo dijo ¿Verdad? Cómo sea, Yo solo- yo insistí en eso ¡Y más te vale no rechazar la posición! —le apuntó con un dedo acusador, como si supiera lo que pensaba—. Nadie más lo puede tomar ¿Ok? —más que una pregunta o sugerencia, era una orden ¿Y quién era Akaashi para decirle no a su capitán?

Yo lo haré, Bokuto-san || BokuAka TRAD ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora