Capítulo 4

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El delgado y alto joven había comenzado un juego que no terminaría hasta que él lo decidiera, lentamente deslizó sus dedos por la hendidura de las medias que se sujetaban a los muslos de la contraria y comenzó a bajar tan delicadamente la prenda como fuese posible, tratando de no hacer movimientos bruscos que entorpecieran el ambiente que, con mucha energía, había creado hasta el momento.

Una vez deshecho de las prendas que obstruían el camino, suavemente comenzó a subir su mano derecha desde donde la había dejado, dando caricias que poco a poco calentaban la sangre de la joven, dedo por dedo, lugar por lugar, desde los tobillos, cruzando por las rodillas y hasta casi llegar al final de las piernas, donde hace tan solo segundos habían estado unas bien sujetadas medias largas

Sus labios se separaron de la muchacha para darle aire mientras buscaban otro lugar donde posarse, ella ya no buscaba siquiera que se detuviese, solamente buscaba que el ambiente dejara de ser tan confuso, cada bocanada de aire que aspiraba la ahogaba como si estuviese en el mismísimo infierno, pero los besos que su desafortunado "acompañante" le propiciaban eran como beber del único manantial estando nada más y nada menos que en el Desierto del Sahara. 

Los ojos cansados del demonio se posaron en un lugar nuevo, unas clavículas bien marcadas debajo de su pálida piel, hasta ese momento no había notado la delgadez de la chica que se encontraba debajo suyo, se inclinó nuevamente para ir dejando pequeñas mordidas, en el cuello, en los hombros, y en las dichosas clavículas que tanto despertaban su atención.


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⏰ Última actualización: Nov 28, 2021 ⏰

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