Capitulo 1

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Narra Kotoko

No.

No..

No...

Okâsan, perdoname. 

Parece que Shinazugawa me está diciendo algo. No lo entiendo, veo todo borroso, me duele todo el cuerpo.

¡Mocosa!, ¿estas bien?– alcancé a escuchar un grito de Shinazugawa antes de desmayarme por mis heridas.

Narrador Omnisciente

–¿Como dejaste que pasara esto Shinazugawa-San?, te dije claramente que necesitaba un medico urgentemente.–

–Kanae-San, sus padres aparecieron y fueron llevados a prisión, me toco a adoptar a la inútil esta–

Con un gesto de molestia Kanae miro al peliblanco y volteo su cara a donde se encontraba la habitación de Kotoko –voy a ir a verla, ya debe haber despertado– seguido de eso Kanae fue a ver a Kotoko, la cual estaba viendo a una ventana.

–¿Estas bien?– dijo con preocupación Kanae acercándose al futon en el cual estaba Kotoko.

–...–

–¿querías mucho a tus padres?– exclamó con un notorio todo de preocupación.

–...–

–No hablas mucho, te traje comida. ¿te gusta el udon?–

–¿Trajiste udon?–

–Pensé que tendrías hambre, tuviste una noche muy loca–

–...–

La habitación estaba llena de un incómodo silencio.

–Kotoko-Chan, siento que hayas que tenido que pasar por eso, el lado bueno es que estás con Shinazugawa-San, el te cuidará muy bien, podrás venir a mi finca seguido ya que tengo que hacer su revisión semanal– dijo Kanae con una sonrisa.

–Ahg..¿Porqué Nee-san se fue y me dejó sola?–las lágrimas brotaban como una cascada en las rojizas mejillas de Kotoko.

Derrepente la mayor de las Kocho le dio un abrazo a Kotoko.

–Se que es duro, es duro perder a un ser querido, yo perdi a mis padres hace unos años, pero no estoy sola y tu tampoco lo estás–

El sollozo de Kotoko aumento, y abrazo con fuerza a la mayor.

–Oh, se me olvidaba presentarme– dijo la chica con una sonrisa– Mi nombre es Kocho Kanae.

–Gracias Kocho-San–

–¿Por qué me agradeces? No eh echo nada por ti aun.– Dijo limpiado las lágrimas que aun salían de los ojos de la menor.

–Gracias, por hacerme sentir mejor Kocho-San...–

–Cambiando de tema, comete el Udon, ya debe estar enfriandose–

Después de su recuperación Kotoko se fue a vivir con Sanemi, el cual  no estaba muy contento por tener a la menor en su vivienda, es decir, a cualquier persona le sacaría canas verdes ver como una niña de 13 años se harta toda la comida que había en la casa en una sola hora, la mayoría somos glotones pero Kotoko se pasaba.

Pero al pasar de las semanas sanemi le empezó a coger cariño a la pelinegra, la trataba como una hermana pero aún así no se aguantaba que comiera tanto.

–¡Mocosa deja de comerte mi puta comida, JODER!–

–El que se va de su silla, pierde su comida– dijo la pelinegra con un tono burlón.

Esto es mas fácil que decir adiós... [Genya x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora