Tocaba Educación física y estábamos corriendo, Alberto y yo estábamos hablando.
-¿Quieres venir esta noche a dormir a mi casa?-me dijo-
-¿Para que? -digo yo-
-No seas mal pensada-dijo empezando a reírse y yo me reía también-
-Entonces me quedo mas tranquila, pensaba que me ibas a violar o algo-dije yo riéndome-
-Si tu quieres, tu veras-dijo y se rio-
-Eres muy tonto-le dije-
-Pero me quieres-dijo el-
-Pues claro, eres mi tonto favorito-dije y le besé en la mejilla-
Seguimos corriendo, el se fue un momento porque le llamó su amigo y yo fui a hablar con mi amiga.
-Hola tía-me dijo ella-
-Hola tata-dije yo-
-¿Que tal con tu nene?-dijo-
-Genial-dije-
-Se lo tendrás que presentar a María para que se joda que decía que nunca ibas a tener novio-dijo ella-
-Si hombre, si se la presento la cabrona se lo liga pa joderme-dije-
En ese momento apareció Alberto y cuando no miraba la profe me cogió tipo princesa y me llevó a una esquina del patio.
-¿Que pa...? -no pude acabar la frase porque me beso apasionadamente, un beso largo pero bonito, sentí su lengua en mis labios pidiendo permiso para encontrarse con la mía y yo encantada se lo permití-
-Los besos son los únicos que tienen el poder de no dejar acabar una frase-me dijo cuando nos separamos por falta de aire-
-¿Porque me traes aquí?-dije-
-Necesitaba un beso tuyo-me dijo y me volvió a besar-
-Me encantan tus caprichos-le dije separándose para poder hablar-
-Y a mi me encantas tu-me dijo y esta vez le bese yo-
-¿Entonces voy hoy a dormir a tu casa? -me dijo-
-Hoy y siempre-le dije-