Son las 4 de la mañana, el ruido de los pasos de los guardias afuera de mi oficina me despierta, al parecer me volví a quedar dormido sobre mi escritorio mientras trabajaba, con la espalda algo adolorida me levanto y abro la puerta para salir a caminar un poco por las instalaciones, a estas horas solo el personal indispensable está activo, en el pasillo que se dirige al comedor me encuentro con un viejo amigo, una pantera negra y malhumorada, es el jefe de seguridad y fuerza militar del sitio, al parecer el tampoco a podido dormir bien.
- Buenos días GabS- su saludo es frío como siempre
-buenos días Pancho, ¿como se encuentra tu familia?-
-ellos están bien, 682 llevo de paseo a los niños aprovechando su día libre- de repente el tono de su voz cambio al observar detenidamente al león -mejor dicho que te importa, ya te viste al espejo?, luces como un pederasta en potencia-La risa sarcástica de la pantera se oyó por todo el pasillo, al parecer ya era costumbre hacer chistes acerca de mi aspecto causado por el paso de los años y el trabajo.
- vaya, se nota que eres el alma de la fiesta Pancho- mi voz parecía más ronca de lo normal a causa del aire frío
-bueno yo solo vengo a por un café, hay te vez león homosexual- Pancho entraría en la cafetería y saldría casi instantáneamente mentando madres por qué al parecer, tacos se terminó el café
Ya afuera el aire fresco me da de lleno en la cara y hace que mi melena se mueva un poco, la luz de la luna ilumina tenuemente las afueras mientras los recuerdos se agolpan en mi mente, al parecer me resulta increíble que hayan pasado casi 30 años desde ese día, casi 30 años de soledad, dolor, angustia y trabajo extenuante; me siento en la esquina de una acera y me recargó contra una pared, dejo que mi mente divague a lo largo de mi memoria y me lleve hasta ésos días dónde había felicidad en mi vida.
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Goodbye GabS!
Randomuna historia alternativa sobre que hubiera pasado si nunca usaba guionazos