Aún lo recuerdo, fue una bella noche de verano, cuando en aquella iglesia frente al altar, nos juramos amor eterno el uno al otro, nuestra promesa fue sellada por un beso lleno de la más pura felicidad y amor, tomados de la mano salimos a festejar nuestra unión, aún recuerdo su sonrisa y el color de su bello pañuelo amarillo y su copete de color rojo, sin duda el más bello y hermoso día de toda mi vida.
Estar con él era como tocar el cielo, siempre tan bello, una verdadera dulzura, sus palabras eran una caricia al alma, simplemente lo más importante e irremplazable para mí; aún puedo sentir sus manos y las mías entrelazadas mientras bailábamos al ritmo de la música, mientras nos embriagábamos con dulce vino, mientras hacíamos el amor...
Más sin embargo son solo recuerdos, pues los rayos del sol amaneciendo me despiertan y me regresan a la cruel realidad, son las 9 de la mañana, al parecer me quede dormido sentado en la acera, me levanto y comienzo a caminar de regreso a mi oficina, mientras avanzo por los pasillos miro mi collar, donde están sujetos ambos anillos, símbolos de nuestro amor, en ellos están grabados nuestros nombres, GabS… Zoren…
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Goodbye GabS!
Randomuna historia alternativa sobre que hubiera pasado si nunca usaba guionazos
