Capítulo 3

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"La oscuridad será nuestra compañía y con algo de suerte no terminaremos perdidos en la misma"

Las luces fallaron y la oscuridad se convirtió en la compañía de nuestro miedo, de nuestra desesperación... Evan se aferro a la tela de mi vestido, el pequeño joven me preguntaba completamente aterrado que era lo que ocurría, pero ni siquiera yo podría saberlo o siquiera imaginarlo; el silencio reinaba logrando hacer más escalofriante las calles, estar alerta era la única opción que tenía para vivir y encontrar un lugar se había convertido en urgencia, estar en la calle era estar vulnerable y progresivamente tu compañera sería la muerte.

Vi nuestro alrededor en pánico intentando ver con claridad la calle, pero simplemente era inútil. De imprevisto una sirena comenzó a sonar, un ruido ensordecedor que te aturdía sin poder pensar con claridad, desesperante y causándote aun más miedo.

Apremie ha tomar a Evan y correr a un edificio que estaba en la esquina de la calle; corrí con fuerzas apesar de mis heridas al sentir que aquel sonido se acercaba cada vez más, supe de inmediato que no significaba nada bueno, esa sensación de escalofrió recorrió mi cuerpo al sentir el ruido más cerca de nosotros y el desespero ante la situación me hacía muy torpe. Evan al ver mi incompetencia tomo el control y con el arma disparo a la cerradura del edificio haciendo que se abriera la puerta, tomo mi muñeca y nos adentro al lugar cerrando de un portazo.

Me sentí aturdida, perdida por el ruido y fue allí donde los recuerdos golpearon mi mente, en donde vi en segundo plano de la realidad al pobre Evan muy asustado, él sabia que esto era una advertencia... Nos advertía la catástrofe.

De pronto una luz comenzó a iluminar las calles y ese tortuoso ruido comenzaba a sentirse hasta las entrañas, Evan y yo nos acercamos a una ventana y gracias a la luz observamos aquello...

Se trataba de un auto reforzado por toda su carcasa y que parecía poderse enfrentar a cualquier camino, un auto inmenso y sobre este unos reflectores con una incandescente luz que se movía en busca de algún movimiento, de atrapar algo en plena persecución creando el miedo a cualquier alma que intentara ocultarse; se escuchaban voces de aquellos hombres sobre el vehículo indicando, observando y esperando... Sembrando miedo, haciendo que en mi interior aquella voz volviera, aquella que me gritaba por las noches que estaba sola, sólo lograba callarla cuando le disparaba aquellos malditos monstruos, sólo la callaba con el fuerte ruido de los disparos... Esa maldita voz que apareció el día que lo vi morir.

¡¡¡QUIERO QUE SE CALLE!!!

Evan se acerco a mi luego de haberme desplomado en el suelo, me cubría los oídos y susurraba repetidas veces que se callara, que no quería oírla, no tiene derecho a recordarme con cuantos muertos cargo. El murió por su enfermedad no es mi culpa...

Repetía sin cesar mientras observaba al chico calmarme y alarmado de que hiciera algún ruido que nos expusiera ante los hombres de afuera.

—Evelyn.. Evelyn.. Tienes que hacer silencio—escuche al pequeño susurrar en pánico—Todo va a estar bien, pero tienes que hacer silencio.

Mi respiración irregular hacía que me ahogara y mi mirada frenética pudo detenerse en el panorama tras la ventana. Aquel vehículo se detuvo frente al edificio y varios hombres los rodeaban, Evan se percato tomo nuestras cosas agarrando mi mano adentrándonos más al interior del lugar hasta dar con las escaleras para subirlas a toda prisa, aún aturdida y desorientada por las voces me deje guiar por Evan repitiéndole una y otra vez que no paraba de hablar, que la callara de una vez.

Algunos pisos arriba nos adentramos a lo que parecía ser un apartamento, Evan apoderado de la situación cerro la puerta tras nosotros y la bloqueo con algunas cosas, yo en cambio me senté en el suelo pegando mi espalda a una pared mientras rogaba por silencio en mi cabeza.

Sobreviviente EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora