"Sabes cuando alguien es tu alma gemela y el amor de tu vida, qué miserable que en tu caso sean dos personas distintas."
- Por favor, quédate conmigo, ___ - Dijo Tae con la voz quebrada.
Jin tomó mi mano enojado sacándome del estudio.
- No lo puedo...
Mi cuerpo no responde a pesar de hacer mi mayor esfuerzo por alzar al menos un dedo.
Él se levanta de su asiento, toma la charola del piso y me la entrega.
- Se te cayó - dijo muy desconcertado.
Estúpida, di algo.
- Gr... Gra - Gra... Gracias.
- Veo que te llamas "___".
- Sí, ¿Cómo lo sabes? - mi ceño se frunce.
Señala la tarjeta de empleada que tengo del lado izquierdo de mi pecho. Cierto.
- Mucho gusto, mi nombre es Taehyung, Kim Taehyung.
Estira su mano para estrecharla con la mía.
Petrificada procuro no temblar pero es completamente inútil, podría hacer 10 cremas batidas por minuto sólo con mi mano izquierda.
- Es un placer - contesto el saludo amigable.
-¡SOY TU FAN!
Mis ojos se abren como platos cuando escucho ese grito de Yesol, mi compañera. Todo iba tan normal...
Taehyung se sorprende y le agradece.
- ¿Podemos tomarnos una foto con ustedes? - dijo ella entusiasmada.
- Claro, no le veo ningún problema.
Todos se paran y tomamos una selfie.
- Muchas gracias - lo digo de forma tímida.
- ¿Quieres una foto sólo tú y yo, ___? - mira directamente a mis ojos.
Andy no dudó en tomar el celular y apuntar hacía nosotros. Taehyung me sostiene del hombro acercándome a él, y mis mejillas comienzan a arder.
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- ¿Desean ordenar algo más, chicos? - dijo Yesol aún nerviosa guardando mi celular en su mandil.
- Que se queden con nosotros - esa fue la voz de J-Hope.
- Sería increíble que podamos salir, ___ - siguió Taehyung.
Escuchar eso fue una sorpresa muy grande, lamentablemente no podíamos hacerlo.
- Nos encantaría, pero está en contra de nuestras reglas - le contesté.
- Mmmm, eso es una gran decepción... - comentó Jungkook desanimado.
- Pero salimos a las 3pm - casi grita Yesol.
Ellos nos agradecieron la comida y nosotras tuvimos que retirarnos.
En el cuarto del personal hablamos ella y yo, nuestros cuerpos casi sufren una taquicardia, mi pecho estaba por explotar, me costaba hasta respirar.
- No lo puedo creer - apenas y podía hablar.
- ___, es el mejor día de mi vida.
- Igual el mío, lo juro por Dios. Pero, ¿No te pareció raro que nos hablaran con tanta naturalidad? Más extraño aún que nos pidieran eso, como si no fueran unas celebridades.
La emoción no cabe en mi pequeño ser, quiero llorar, en cualquier momento las lágrimas pueden salir, y sería complicado trabajar así.
- Claro que fue profundamente raro, no sabía qué hacer, dirigirles la palabra fue espectacular, quería hablar más pero sentía que podría desmayarme.
- Yesol... ¡Taehyung me abrazó! - de nuevo me sonrojé - ¡Y oye! ¿Por qué les dijiste que salimos a las 3pm? Estuvo fuera de lugar.
- ¿Qué tiene de malo, ___? Tal vez podrían esperarnos - guiña un ojo.
- Estás loca, tienen una vida muy ocupada, no estarán todo el día en la carretera sólo esperándonos.
Pasaron las horas y mis propias palabras me dieron una bofetada, se quedaron ahí, sentados en la mesa platicando, jugando, leyendo, por ratos salen de la tienda y cuando creemos que se van a ir, vuelven a entrar, piden más bebidas, platican con mis demás compañeros, etc.
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- ¿Ustedes son los famosos BTS? - es la voz de mi jefa desde la mesa sentada con ellos.
Es una mujer de la mediana edad, ni los conocía pero su hija es Army, ellos le dieron amablemente un autógrafo y una foto; el resto de mi equipo no tardó en tomarse fotos también.
Todos se levantan dispuestos a irse y acomodan sus sillas, mi jefa les da la despedida y de cierta manera sentí un gran alivio pues me ponían bastante nerviosa. Fue una gran experiencia toparme con ellos, ojalá lleguen con bien a su destino.
- Vaya, al parecer no aguantaron tanto - menciona Yesol cabizbaja.
- Ánimo, sabíamos que no podíamos salir con ellos, es algo imposible.
Pasan las horas.
Llegó la hora de salir, la satisfacción de terminar el turno se sintió fascinante. Guardé mis cosas, me despedí de mis compañeros y me dirigía hacía la salida, veía tan cerca la puerta, casi tocandola y saliendo...
