Prohibido Enamorarse - Lunay

#1| ¿Helado?

-No...no puedo creer que me hagas esto -Sollocé-

-Lo siento Madison, la vida es así

-Pero... pero si yo te amaba -Las lagrimas rodaban por mis mejillas-

-Pero yo ya no

-¡Eres un maldito infeliz! -Grité molesta, ¿Enserio me estaba terminando por teléfono?, el muy desgraciado no tenía ni las bolas suficientes para decírmelo en persona- ¡¡Te odio!!

-Lo siento -Volvió a repetir y colgó, si, me colgó-

Aventé el celular al sofá y me pasé las manos por el cabello, las lágrimas salían sin parar, lo había amado tanto, no podía creer que el me había hecho esto.

Caminé a mí habitación, me tiré a la cama y no pude dejar de llorar, no sé cuánto tiempo pasé así, el sueño se fue apoderando de mi hasta quedarme dormida.

Ya era de noche cuando desperté, me levanté y entré al baño de mi habitación, me observé al espejo y guau; mis ojos estaban rojos, mi cara algo sucia y mi cabello desordenado.

Me lavé la cara, arregle mi cabello y después salí, se me antojaba comer un poco de helado así que fui a la cocina y abrí el refrigerador, pero no encontré, suspiré.

Cerré el refrigerador y me dirigí de nuevo la habitación para buscar mi chaqueta y mi cartera, observé mi celular, eran las seis y cuarenta y cinco, ¿enserio saldría solo por helado?, bueno, ya que; después de colocarme la chaqueta tomé mi cartera y caminé a la salida.

Abrí la puerta, me detuve cuando vi a un chico de espaldas en la puerta de enfrente, caminé un par de pasos para salir pero el chico se giro.

-Hola... -Dijo este, era alto, piel algo bronceada, vestía una camisa grande blanca estampada, unos pantalones flojos de color gris y zapatos blancos, sus brazos estaban llenos de tatuajes-

-Ho...hola -Respondí algo nerviosa, mierda, el era muy guapo yo debo de estar horrible-

-¿Eres nueva aquí? -Fue lo primero que preguntó-

-Bueno, vivo aquí hace seis meses... ¿Tú eres nuevo? -Quise saber ya que en el poco tiempo que llevaba aqui no lo había visto nunca-

-Compré este apartamento hace un tiempo, soy de Puerto Rico así que solo lo uso cuando vengo -Yo acentí- Soy Jefnier por cierto -Se acercó a mí y me tendió la mano-

-Soy Madison -Le estreché mi mano-

-Okey, Madison, ¿entonces a donde ibas?

-A comprar helado...

-¿A esta hora? -Habló confundido-

-Bueno, es que se me antojó -Sonreí-

-Es muy peligroso que una chica camine a estas horas sola por la calle, creo que en el refrigerador tengo un poco de helado, ¿quieres?

¿Enserio me estaba invitando a pasar?.

-No quiero causar molestias

-No es ninguna molestia, me gusta ayudar

-Ehh... ¿Gracias? -Sonreí, el abrió la puerta de su apartamento y entró lo seguí a paso lento y con algo de nervios-

Su apartamento era igual al mío, muy grande y lujoso, aunque un poco más que el mio; él se detuvo cuando llegamos a la sala.

-Espera aquí, ahora vuelvo -Dicho eso caminó hacia la cocina-

Yo me quedé ahí parada, solo observando la sala el cual era grande, con un juego de sillones de color marrón, una mesita de cristal enmedio y en la pared había varios retratos del chico.

-Si quieres puedes encender el televisor -Escuché que gritó-

Tomé el control y puché el botón para encender, rápidamente la pantalla se iluminó y por los altavoces se comenzó a escuchar una canción. En la pantalla salía el video, quedé sorprendida al ver al chico llamado Jefnier ahi, cantando.

Y fue ahí cuando reaccioné, era el, el famoso cantante Lunay, ¿Por que no me di cuenta antes?, justo el estaba entrando a la sala con dos pequeños tazones de helado.

-¡Eres tú! -Hablé sorprendida- Eres Lunay -El asintió-

-Creí que no me conocías -Sonrió y me entregó uno de los tazones-

-Claro que si, tus canciones son muy buenas

-Gracias -Susurró y se sentó en el sillón, le imité la acción y me senté algo lejos de él-

-No puedo creer que seamos vecinos -Volví a hablar-

-¿Eres una de esas fanáticas locas? -Preguntó mientras comía una cucharada de helado-

-No, no, bueno, no soy una fan al cien por ciento, solo me gusta tu música -Respondí, el volvió a acentir-

-Okey... -Tomó el control y le bajó volumen a la música y me observó- Cuéntame más sobre ti, ¿tienes novio?

Cambió de tema y mierda, ¡mierda!, ya había olvidado lo de mi novio, bueno ahora ex; ¿enserio me lo tenía que recordar?, no le respondí nada, solo tomé la cuchara y comencé a comer helado.

-¿Eso significa que no? -Quiso saber-

-Bueno... tenía novio, pero... pero me terminó -Susurré en un tono bajo- Por eso iba a comprar helado, eso me ayuda cuando estoy triste...

-Ou... Perdón por recordartelo -Se disculpó-

-Está bien, es un idiota... Seguro se encontró a una de esas zorras operadas -Comí otra cucharada de helado-

El se rió.

-No entiendo por qué lo hizo, tenía una hermosa chica como novia, tienes razón, es un idiota

Lo observé, ¿me acababa de decir hermosa?

-Bueno, dejemos a ese imbécil por un lado... ¿Qué hay de ti?, ¿tienes a alguien? -Se quedó callado, después de unos segundos me observó-

-La verdad no... -Fue lo único que dijo, acentí y ya no quise preguntar más-

Me dediqué a comer helado mientras veía los vídeos de Lunay en la televisión, varios minutos después terminé.

-Gracias por invitarme a comer helado a tu casa... -Sonreí y me levanté- Pero ya me tengo que ir

-Está bien, y no hay de que... -Me sonrió y se levantó- Te acompaño a la puerta -Acentí, caminamos hacia la puerta y la abrió-

-De nuevo gracias... -Lo observé a los ojos y sonreí, el hizo lo mismo, nos quedamos otros segúndos viendonos a los ojos, hasta que el los apartó y me sonrió-

-Nos vemos Madison

-Si, adiós -Caminé a paso rápido hacia mi puerta, busqué las llaves en mi bolso, podía sentir que él me observaba y eso me ponía nerviosa, como pude metí la llave y abrí la puerta, entré y la cerré a mis espaldas, me rescosté sobre esta y mordí mi labio.

Por alguna razon me sentía algo extraña, caminé hacia mi habitación, sin dejar de pensar en que estuve en el apartamento de Lunay...