En una fría madrugada de noviembre un hombre moribundo, golpeado, con miles de cicatrices por todo su cuerpo, escupió sangre. Regresaba a su casa.
Al llegar se desvanecido y cayó noqueado a las puertas de su hogar
Hacía tanto frío que los charcos de sangre se congelaron.
Ya en la mañana su hija Lucía Fernández de 15años vio su padre moribundo en el suelo salió corriendo
a ver si estaba consciente y que reaccionaba le trajo una manta una bebida caliente
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La heredera Guardiana
General Fictionuna chica Lucía Fernández el mayor secreto de su padre Eso la obligara a elegir entre dos mundos.