~Las Aventuras de los gemelos Sano~ TR

Yuudai 1/2

En términos de puntuales, los gemelos sano no eran para nada puntuales más cuando los citaban antes del medio día, ¿Quien se levantaba tan temprano?

Definitivamente esos niños no, igualmente ahí estaba frente a ambos gemelos recién levantados, uno con cara medio adormilada y el cabello rubio despeinado tallandose un párpado y el otro bostezando mientras se terminaba de alborotar el cabello, ambos con una belleza digna de su padre Sano Manjiro, sin embargo...

-ustedes....¿Saben que hora es?-un joven de estatura promedio cabello lila medio largo y ojos indigo, con expresión relajada con un leve toque de decepción, observaba a los gemelos en espera a su respuesta.

-¿yuudai? ¿Que haces aquí tan temprano?-el mencionado solo suspiro para sacar su celular del bolsillo y mostrarles la pantalla a ambos gemelos.

- espera.... Esa es una foto de aniki?- rápidamente el menor oculto el celular con la cara completamente roja y los nervios de punta - ¿De que hablas? T-tu hermano? Pfffff..... Claro que n-no - dijo con la voz notablemente tensa - si ajá y mamá no sabe cocinar taiyakis -

-¿Como no? Si hasta tienen un restaurante... - ambos gemelos pusieron cara de póker ante la ignorancia de su amigo pero eligieron no decir nada.

-esperen... Me desviaron del tema! Se supone que ya deberíamos estar en el mercado de telas! - de pronto el muchacho comenzó a correr por toda la casa buscando varias cosas ambos gemelos se mostraron notablemente confundidos por lo que Keiichi reviso su teléfono al notar la hora no pudo evitar alarmarse ¡Realmente era tarde!

Su madre los iba a matar....

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Takemicchi reviso su reloj repasando la hora nuevamente y al verlo no pudo evitar fruncir un poco más el ceño.

Cuando sintió como unos brazos rodeaban su cintura y una respiración caliente en la parte posterior de su cuerpo se sintió más calmado sin embargo su enojo no cesaba.

¿¡Donde se habían metido sus hijos!?

Se supone que ambos gemelos debían de llegar a las 10:00 a.m para darles el desayuno y que fueran con Yuudai a comprar telas, pero eran las 11:30 a.m y aun no aparecían.

- Mitchy, deja de preocuparte por ellos, ya están grandes mejor ponme atención a mi, tu querido esposo~- el pelinegro suspiro - Manjiro.... Ellos son mis hijos, además ya estás grande para cuidarte de la misma forma que nuestros hijos ..... -

- neee~ neee~ Mitchy los cuidados que yo deseo son algo diferentes~ - susurro el rubio cerca del oído del pelinegro mientras una mano escurridiza se adentraba debajo de la camisa del contrario.

- M-manjiro no.... -el rubio siguió con sus jugueteos mientras el menor se estremecía bajo su toque -d-detente-

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Los tres niños se adentraron al local sigilosamente para pasar desapercibidos, los gemelos miraron de reojo a su padre que se encontraba en la caja y no pudieron evitar aguantarse la risa cuando le vieron el cachete coloreteado con la marca de una mano sobre el.

Otra vez se había intentado pasar de listo con su madre...

Llegaron exitosos a la cocina que estaba desocupada corrieron rápidamente a la mesa para agarrar los dorayakis que se supone era su desayuno pero cuando estaban listos para huir se encontraron con la imponente presencia de su madre a sus espaldas.