flamante [RinGry]

cap 7.

• relaciones sin protección, exhibicionismo, breeding.

———————

Souya bufaba molesto.
Se encontraba afuera de la oficina de su pareja, a Rindou se le había olvidado unos papeles importante y le había pedido a Souya que se los llevara, el problema era que eran las siete de la mañana, hora en dónde el menor duerme.

El peli azul había aceptado de mala gana. Simplemente se lavó la carita y los dientes antes de salir, vistiendo un short blanco que dejaba a la vista sus lechosas piernas  y una sudadera celeste que era algo grande para él.

Golpeó tres veces la puerta que estaba en frente suya, entrando cuando escucho cómo una voz adentro gritaba un "adelante".

Al entrar vio como Rindou miraba seriamente unos papeles encima de su escritorio, suspiró levemente y cerró la puerta detrás de él. Caminó a paso vago hasta llegar en frente de su pareja, quien al parecer no había notado todavía que era él.

-¿Qué es lo que quiere— ? ¡Oh! Hola amor.-dijo al darse cuenta de la visita del peli azul, dejó sus papeles en el escritorio y caminó hasta donde su amado. Lo abrazó suavemente por la cintura y le dió un suave besos en los labios.
Al separarse, Souya le pasó los papeles a Rindou y este sonrió, dejándolos en el escritorio para después mirar al menor de pies a cabeza con una mano en el mentón.

-¿Qué?-preguntó algo nervioso el peli azul ante la mirada del mayo.

-Es solo que... te ves tan...-Rindou hizo una pausa exagerada, haciendo que el menor se empezara a impacientar.

-¿¡ Tan qué!?

-Follable.

El rostro de Souya enrojeció de golpe. Frunció el ceño ante la mirada burlona del contrario ¿Qué tenía que hacía que se viera follable? Iba a decir algo, reclamar más bien, pero los labios del otro no lo permitieron.

Rindou le dió un beso cargado de lujuria y deseo, mordiéndole el labio inferior al contrario, para así después poder introducir su lengua dentro de la cavidad del contrario.
Se separó y comenzó un recorrido de húmedos besos, desde las sonrosadas mejillas del menor hasta llegar a su oreja, le susurró en el oído.

-Déjame hacértelo.-dijo con voz grave, Souya tragó y lo miró sorprendido.

-¿A-Aquí?.-el peli lila asintió.- ¿En tu oficina?.-volvió a asentir, abrazándolo por la cintura. Souya lo pensó un poco, después de todo no le parecía mala idea.- B-Bueno.

Rindou sonrió, mostrando sus perfectos dientes. Depositó un beso sonoro en la mejilla del menor y caminó con llave en mano hasta la puerta, para ponerle seguro y una vez listo, caminó hasta el menor.
Lo tomó de la cadera y lo sentó en el escritorio, se puso entre medio de sus piernas y empezó a darle besos por toda la extensión de sus blanquecinas piernas.

El aliento del menor se empezó a acelerar, viendo la imagen de como su pareja le besaba húmedamente sus piernas, subiendo desde las rodillas, hasta sus muslos. Muslos en los cuales no dudó ningún segundo en morder y marcar a su antojo.
El pelo lila se levantó y con su dedo índice y del medio, tomó la barbilla del menor, levantándole la cabeza para después así besarlo.

Posó su mano sobre la entre pierna del peli azul, apretándola y sacándole un suave gemido al menor. Rindou rió bajo. Sus manos comenzaron a pasearse, desde los muslos, pasando por la entre pierna del contrario de vez en cuando, hasta que llegó al borde de la sudadera del peli azul, sacándosela y dejando a la vista su torso.

-Eres tan jodidamente hermoso.-decía en un susurro el peli lila a la vez que paseaba su mano desde el abdomen hasta los pezones del contrario, apretando estos últimos con suavidad, sacándole suaves suspiros a su pareja.
Sus manos bajaron hasta el short del contrario, bajándoselo junto a su ropa interior. Admiró su cuerpo desnudo.
Acercó su rostro hasta el cuello contrario, empezó a lamer, besar y chuparlo. Dejando notorias marcas sobre la lechosa piel.