PRÓLOGO

11 2 0
                                    

20 de Enero del 2019
Nico Montero

El frío enero hacía presencia en mi ciudad. Me aferraba lo más que podía a mi abrigo para sentir un poco de calor en mi cuerpo. Mi espalda se joroba un poco mientras camino enfrentándome al fuerte y frío viento. Mi vista es pobre y no puedo divisar mucho lo que tengo en frente de mi. Continuó el camino rumbo a mi hogar. Mi madre me ha llamado un par de veces desde que salí de la casa de mi abuela, se acerca una gran nevada y hay que andar con cuidado por ahí.

No sé si fue mi descuido o la poca visión que tenía, pero de un momento a otro solo ví una intensa luz y un claxon sonar, al segundo de escucharlo sentí un fuerte golpe en todo mi cuerpo, muy fuerte. Creo que dí unas cuatro, cinco, tal vez seis vueltas en el aire. Mi cabeza estaba punzando demasiado. No supe nada más, todo pasó tan rápido, lo último que sucedió fue que mis ojos se cerraron y no pude volverlos a abrir.

Mi cuerpo dejó de funcionar, eso pensé, antes de que me desvaneciera completamente en medio de la calle pude observar a alguien viniendo hacia mí con velocidad. Su voz es dulce, algo aguda, era una chica joven al parecer, no puedo comprender lo que dice, mucho menos responderle. Mis ojos se quedan fijos ante la joven de ese cabello negro intenso que contrasta con la nieve, siento como sus manos me tocan, pero no respondo, simplemente dejo que mis ojos se cierren completamente.

¿Así se siente morir?

Cuando Vuelva A Soñar ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora