Capítulo 1.

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Llegar a un pueblo nuevo no es nada fácil. Estar en la mirada de todas las personas no es nada alentador. Mucho menos para mí que soy un poco introvertida... Hasta que agarré un poco de confianza.

Estar en el habla de todos no es cómo si me gustara mucho, pero hay razones para que eso sea posible. Pues, fue un maldito error, por lo mismo estoy en la comisaría acusada de irrumpir en una propiedad privada.

***

Algunas horas atrás...

Por fin. Por fin puedo liberarme de estar con mi padre y su mujer, mi odiosa madrastra.

¿Han oído el típico cliché de la madrastra que te odia y viceversa?

En mi caso fue real.

No lo digo de mala manera, solo que realmente nos odiamos.

Mi madre no murió ni nada, solo que le pareció más divertido dejarnos a mí y a mi padre a la deriva mientras ella estaba de novia con un reciente empresario de la ciudad. A la deriva es –en una explicación corta– dejarnos sin casa, porque la vendió, dejarnos sin ni un peso y a nuestra suerte.

Sí, todo mal. No me preocupa, mi padre supo salir adelante y se lo agradezco un montón, menos que se haya querido casar con su actual esposa, Rubí.

Es que de verdad es como sacada de una película de la madrastra abusadora con su hijastra. Tiene un cuerpo de infarto para tener 48 años. Piernas kilométricas, rostro extremadamente estirado, labios gruesos por el Botox, nariz respingona por las cirugías.

Y yo realmente no estoy en contra de las cirugías estéticas, pero es como mucho hacerlo por diversión o para creerte joven.

Mi padre realmente gasta un dineral en ella, no me molesta, pues es su dinero. Aun así, encuentro que es mucho abuso gastar ocho mil dólares cada mes solo en una persona que ni siquiera ve su salud, solo lo superficial. Su físico.

Volviendo al tema principal. Tuve un percance con mi padre a causa de mi madrastra. Pues ella botó a la basura mis pastillas anticonceptivas, argumentando que no tenía porqué cuidar si quería atrapar a un millonario como mi madre. Lo irónico es que ella hizo lo mismo con mi padre (aunque no sea millonario).

Igualmente, en los dos casos, ninguna quedó embarazada.

Entonces hice mis maletas, alquilé un departamento en un pueblito que queda fuera de la ciudad y me vine a pasar un tiempo lejos de ese lugar tóxico, la casa de mi padre.

Porque cuando se lo conté a mi padre, él solo la defendió, y no puedo olvidar sus palabras, me dolió.

《—Razones no le faltan a Rubí para hablarte así. Haz sido muy maleducada desde un principio, yo no te eduqué así.》

Sí, una mierda de comentario.

Se preguntaran el porque sigo viviendo con mi padre aún cuando tengo 22 años.

La respuesta que doy siempre es: lo quiero tanto que me es imposible estar lejos de él. La verdadera debería ser: No voy a la universidad, porque estoy esperando alguna oferta por mi libro escrito, no tengo ingresos y dependo monetariamente de mi padre.

Una mierda.

La moto que me regaló mi padre a mis dieciocho la vendí y pude alquilar el departamento por tres meses.

Entonces tomé un bus el cual me dejaba a cuatro kilómetros de mi destino. Tuve que caminar por una hora y media por la maleta que sospechosamente a cada nada se hacía más pesada.

Llegué a una cafetería, todos pusieron su atención en mí, eso me puso sumamente nerviosa y como tomate. Lo tuve que superar para preguntar donde quedaba el edificio al cual me dirigía. Me ayudaron, lo bueno de los pueblos, es que la mayoría se ayuda en las cosas. Lo malo, es que todos saben de todos. No hay nadie que no conozca a alguna persona y si eres nueva, todos saben identificarse. Es escalofriante, pero divertido de alguna forma. Todo depende del punto de vista en el cual lo mires.

Otra vez, tenía que caminar por unas cuadras hacía el edificio, realmente estaba cansada en ese momento.

—Hola, chica nueva—saluda una voz detrás de mí.

Veo a un chico alto, de cabello azul, ojos marrones luciendo una mirada divertida, una sonrisa en sus labios, cuando lo vi. No lo detalle en cuerpo, porque eso se vería muy insinuador y no quiero eso.

—¿Hola?—digo confundida.

—Soy Ryan—estira su mano a modo de saludo, la acepto.

—Andrea.

—Veras, puede que haya escuchado lo que le preguntabas a Rosa.

Lo miro confundida, porque ¿Quién es Rosa?

>>La dueña de la cafetería.

Asiento dando a entender que entiendo.

—Bien, te felicito. ¿Y eso qué?—pregunto un poco hostil.

—Te ayudo a llegar. No te preocupes, no muerdo... Si no quieres, por supuesto—susurra lo último.

—Puedo llegar bien, no te preocupes.

Asiente algo confundido y rasca su nuca con una mano, parece estar debatiéndose algo.

>>Bueno... Adiós, ten una linda vida.

Cojo otra vez mi maleta y comienzo a caminar otra vez.

No tardo mucho en llegar al que se supone es mi nuevo edificio en el que viviré.

Mi celular vibra y me percato que es un mensaje de la señora que me alquila el departamento.

Hola, linda. Lamento no estar para recibirte, pero he dejado la puerta abierta. Solo tienes que girar la perilla de la puerta. Está en el tercer piso puerta 10. Espero verte pronto. En la encimera están las llaves.

¡Genial! Es tan bueno no haber traído más ropa en la maleta. Porque sinceramente no la hubiese podido subir sola, ya que cuando entré al edificio no había nadie para recibirme. Subí las escaleras –ya que no había ascensor– los escalones cada vez se me hacían más difíciles de subir. Pero aún con dificultad pude hacerlo. Solo que al llegar al tercer piso solo una puerta tenía número.

La del final tenía el número 9, confiada en que sería la siguiente solo giré la perilla y esta se abrió. En el ambiente había un aroma un poco masculino, tal vez la señora vivía con el hijo o marido y quedó el aroma impregnando o qué sé yo.

Tenía mucho sueño, por lo mismo, cerré la puerta detrás de mí y me lancé al cómodo sofá que estaba a la vista.

Mis ojos no mentían, realmente era cómodo. Ni siquiera reparé la decoración que me rodeaba, solo cerré mis ojos tratando de descansar un poco.

***

Desperté de un golpe cuando un grito resonó por toda la estancia.

—¡Arriba las manos!

Jodidamente estaba un oficial de policía apuntando con un arma. Y mi instinto fue gritar.

Sí, como la mierda, lo único que hice fue gritar mientras me sacaba esposada de MI departamento.







Cómo primer capitulo, espero que les guste. Esta historia es de poliamor. No me hago responsable. . Espero que les guste. 

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⏰ Última actualización: Jul 06 ⏰

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Jakefel Village [Pueblo de Jakefel] #1 (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora