¡!; Los más jóvenes deben aprender sobre la vida y la muerte,
la tristeza y el dolor,
La luna brillante sigue siendo la misma, así que no hay necesidad
de tristeza.
Entonces, ¿Por qué no enfrentar todas las dificultades
con un corazón desenfrenado?
Jin Ling estaba confundido, su amigo le había dicho que el Líder de la secta Jiang se encontraba junto a Lan Qiren y que ambos querían hablar con él...
Pero el Maestro Lan no es estaba ahí, y la persona que se encontraba frente a el no era su tio.
— Joven Maestro Jin, tome asiento.
La voz del chico Jiang lo saco de su trance, pero se negó a avanzar hasta él.
— Weining-ge, ¿Por qué estás aquí?
El menor de túnicas amarillas frunció el ceño ante el incomodo silencio que ocasiono su pregunta, incluso podría decir que notó el cambio de expresión que tuvo el menor de túnicas moradas. "¿Qué demonios?" -pensó.
— ¡Hice una pregunta! ¡¿Donde esta mi JiuJiu?!
La voz de Jin Ling hizo eco en aquella habitación, sabiendo que esa acción le provocaría un castigo, avanzo hasta quedar frente al joven, mientras que disimuladamente ponía su mano en la empuñadura de su espada.
— Jiang Weining..
— ...
— Si no me dices que está sucediendo, poco va a importarme que seas el favorito de mi Jiu-
—¡No lo sé! ¡Realmente no lo sé!
— ¡¿Qué no sabes?!
— ¡Si el Líder Jiang esta vivo! ¡Es posible que no lo esté!
***
Jiang WeiNing era una persona muy diferente a lo que es el Líder de la secta Jiang, él poseía una paciencia infinita, un corazón bondadoso y una torpeza que provoca ternura, pero aun así; había un aspecto en el cual era idéntico a la persona que lo acogió; tanto Weining como Jiang Cheng no sabían decir las cosas suavemente, lo único diferente era que uno de ellos siempre estaba a la defensiva empeorando la situación con sus palabras directas, mientras que el otro buscaba diferentes forma de calmar o huir del problema.
Se podría decir que Jiang Cheng fue su figura paterna, quien lo educó de la misma manera en que lo hizo con Jin Ling. Por ende, los tres se comportaban similar.
Ahora, frente al chico de túnicas amarrillas y en la secta donde convivía (o eso se decía) el supuesto hermano de su Shifu, no pudo evitar sentirse molesto.
— ¿...muerto?
Sin dejarle responder, Jin Ling golpeó su estomago con la empuñadura de su espada, dejando aturdido y sin aire. Intentó alzar su mano en señal de paz, después de todo, ¿Qué culpa tenían ellos? Pero el Jin no lo tomo así, y de un momento a otro, Weining se encontraba estampado contra la pared con una filosa cuchilla rozando su cuello.
— J-Jin Ling.. — Maldijo mentalmente. ¿Por qué creyó que era buena idea decirlo él y no su Shibo? — Cálmate...
— ¡¿Qué le hiciste a mi JiuJiu?!
A Jin Ling no le importó que el cuerpo de Weining tirara los objetos preciados del maestro Lan al chocar contra la pared, tampoco le importó el pisarlos e incluso provocarse heridas en los pies en el momento en que saco su espada y amenazó el cuello del contrario, ni mucho menos se molestó en recordar que ambos (ahora) lideres se encontraban dentro de Gusu y ni las graves consecuencias que tendría.
Jin Ling no parecía ser consciente de la fuerza con la que sostenía a Suihua y aunque quisiera defenderse, Weining sabia que estaba en desventaja.
"Él lo hará, él... realmente va a matarme"
— ¡Él no esta muerto! ¡No se atrevería a dejarme!
Su voz sonó apagada, como si aquellas palabras fueran para si mismo, tratando de convencerse de algo imposible. El Jiang noto como la mano que empuñaba su espada temblaba, su rostro era una mezcla de tristeza e ira, pero aun así, desprendía aquel aura atemorizante. Weining no pudo evitar compararlo con su Shifu, Jiang Cheng y Jin Ling eran idénticos.
Tentando a la suerte, Jiang Weining se atrevió a decir;
— Creo que no es necesario decir que estas apuntando contra el nuevo Líder de la secta Jiang, ¿no?
— ¡Sobre mi cadáver!
Jin Ling gruñe y Weining cierra los ojos esperando el golpe, uno que nunca llegó. En cambio, sintió el peso de un cuerpo caer sobre el suyo, abrió los ojos de golpe dándose cuenta que Jin Ling había caído inconsciente en sus brazos y detrás de él se encontraba su Shibo y Lan Qiren. Uno los miraba preocupados, mientras que el otro horrorizado, quizás por el desastre que habían hecho.
Han Ying suspiro con cansancio, mirando al heredero Jiang. No llevaba ni un día como Líder y ya había provocado un caos que involucraba dos grandes sectas.
Definitivamente su shidi* tomó la decisión correcta al acogerlo.
Y mientras la desaparición del temible Sandu Shengshou abrumaba a tres grandes clanes, este mismo despertaba en una oscura cueva, sintiendo no solo un agonizante dolor; sino también aquel conocido vacío que indicaba la ausencia de su núcleo dorado.
"Oh no, volvió a suceder".
Holi, Holi, ¿Cómo están?
Creí necesario hacer esta parte, después de todo, Jiang Cheng siempre consideró a Jin Ling y Weining como sus hijos propios. 🤧
Solo quiero agradecerles todos los comentarios que dejan, me animan bastante a continuar con esto.🥺💗
No se olviden de alimentarse bien y tomar agua, nos vemos en el próximo capitulo<3