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Narra Autora

- estamos cerca?

- ya casi lo tenemos - ambos veían cómo la menor sostenía la ballesta.

- cómo lo saben?

- las señales están ahí, solo debes saber interpretarlas - caminan lentamente.

- por qué rastreamos?

- tú dinos - le contesta la mujer, la menor los mira ofendida - tú eres la que deseaba aprender

- Bueno, algo pasó aquí - dice mirando el suelo - las huellas son en zigzag, es un caminante

- quizá sea un borracho

- voy mejorando - alza nuevamente el arma - pronto no los necesitaré para nada - ambos adultos se miran siguiendo a la adolescente - tiene un arma - comenta al ver al caminante.

La dejaron pasar primero para que pudiera dispararle pero una trampa retiene su pie haciéndola caer, la pareja la ayuda rápidamente salvándola del muerto.

- puedes moverlo?

- si - la canina inspecciona su pie, la ayudan a pararse y la sostienen - podemos parar un momento?

- te sientes bien?

- necesito sentarme - Lexa le saca la ballesta de las manos.

- no cargaré a nadie más - él bufa inclinándose haciendo que Beth se suba sobre su espalda.

- eres más pesada de lo que pareces - se queja cambiando.

- quizá hayan personas ahí

- si hay nos encargaremos Lex y yo

- todavía hay gente buena - le recuerda pesadamente.

- los buenos no sobreviven - Beth se baja viendo una lápida, se acercan dejándole unas flores.

12 de Noviembre de 1837 - 10 de diciembre de 1874

Amado padre

Alex siente cómo Beth tomaba su mano y se apegaba un poco a ella, los tres con problemas paternales, un padre recientemente fallecido, un padre ebrio y abusivo, un padre ausente con una figura "paterna" totalmente peligroso.

Se acercaron a la casa, abrieron la puerta golpeándola para atraer a los posibles caminantes.

Alex se adentró primero frunciendo el ceño al verla.

- esta muy limpio

- alguien se encargo de la casa, quizá aún esté por ahí - se acercaron al cajón, Daryl pasó los dedos en la mejilla del cuerpo viendo cómo dejaba las marcas, bajaron viendo a otros dos cadáveres.

- debemos vendarte el tobillo - mira a su compañero - podría fijarte las alacenas? - él asiente.

- alguien se quedó sin muñecas que vestir - comenta entregándole unas cosas.

- es hermoso - ambos la miran - el que se ocupó de esto se preocupaba, quería que estas personas tuvieran un funeral, recordaba que estas cosas eran personas antes de que sucediera todo esto, no permitió que eso cambiara, no les parece hermoso?

- vamos - la mujer se acuchilla alzando el pie de la menor sacándole la bota para proseguir a vendar su pie.

Subieron a la cocina y al entrar, el aroma a alimentos llegó hasta la mujer.

- qué hueles?

- comida - señala las alacenas, las abren encontrándose con varias cosas.

- mantequilla de maní, mermelada, refresco dietético y patas de cerdo - habla revisando - no es un refrigerio sofisticado

- a mi me gusta - comenta la rubia.

- esta todo muy limpio

- y?

- alguien lo puso ahí hace poco, es un botín, quizá esa persona aun esté viva - las mira - okey, nos llevaremos un poco y dejaremos el resto, si?

- lo sabía

- qué cosa?

- es como dije, todavía hay gente buena - ambos se burlan, la menor hace una mueca cuando el ballestero abre la mermelada, mete los dedos y se los lleva a la boca - que asco - se queja girándose a otra dirección.

- estás patas de cerdo son mías - comenta con la boca llena, atan las latas en una soga dejándolas en la entrada, Beth se sentó en el piano tocando y cantando mientras Alex estaba junto a ella.

- sabes tocar? - le pregunta al detenerse, la mayor se sienta junto a ella.

- me obligaron a hacerlo, agilizaba los dedos, además, era una buena forma de distracción en las misiones - sus dedos se mueven en las distintas teclas formando una bella melodía, su boca se abrió dejando salir su voz al cantar La Vie En Rose.

Daryl se quedó apoyado escuchándola sintiendo una paz al oírla y verla tan tranquila, ignoró el hecho de que seguro ella ya lo había sentido cerca, su voz era suave y bella, hacia un gran contraste con el piano.

- la casa está toda cerrada - habla haciendo que se detenga - el único modo de entrar es por la puerta principal - se sube al cajón recostándose - es la cama más cómoda que tuve en años, no bromeo...por qué no tocan un poco más?

- sigue tu - le dice Lexa apartándose para sentarse en una silla mientras ambos escuchaban a la adolescente nuevamente.

La mujer miró por la ventana viendo la oscuridad del exterior, desabrochó su cinturón sacándoselo junto los arneses.

- qué haces? - le pregunta Daryl observándola al igual que Beth.

- necesito salir, me lo cuidas? - dice entregándole los accesorios, él asiente.

- estás segura?

- tengo que hacerlo - los mira - tocas algo y lo sabré - lo señala severa saliendo de la casa.

Bajó los escalones esquivando la trampa y caminó al bosque, al segundo su cuerpo había cambiado, su pelaje negro brillaba bajo la luz de la luna, sus ojos escarlata observaban todo con precisión, sin darse cuenta, se alejó de la casa explorando el camino desconocido.

Se encontró con muertos pero los esquivó sin tener muchas ganas de rematarlos, simplemente siguió relajándose de la soledad una vez más.

Regreso de camino a la casa esperando a que la noche siguiera como creían, al llegar se extrañó al oír los gruñidos, la casa había sido tomada por los caminantes, no había rastros de Beth ni de Daryl.

Corrió con sus cuatro patas intentando buscar alguna señal de que hayan logrado escapar, un rastro del que pudiera seguir para encontrarlos, soltó un fuerte gruñido al no lograr nada.

El problema era que Daryl se había quedado con su cinturón, no tenía nada, ni siquiera un cuchillo o algo material con el que defenderse.

Lo único que tenía eran garras, colmillos y poca paciencia.

𝚆𝙷𝙾 𝙻𝙸𝙴𝚂? - 𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚟𝚜 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳𝚒𝚡𝚘𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora