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"Dormiré en el lado derecho de la cama"

Ambas pasaron sus toallas por su cabello, secándolo un poco para luego terminar secándolo por completo con el secador. Estaban ya vestidas con sus pijamas listas para poder meterse en la cama y dormir.

Era su primer día en las cabañas donde se estaban alojando, las cuales eran las que venían con la compañía que organizó su boda. Y es que era mejor que estén cerca para poder terminar más rápido los últimos detalles que faltaban para el gran día donde se casarían, solo faltando dos días más.

Cuando terminaron de secarse el cabello, Nayeon fue la primera en tirarse en la cama cansada, y es que ya estaba cansada de solo ver más y más decoraciones para su vestimenta, además de escuchar las ideas que se le ocurrían a Sana de la nada.

— ¿Cansada? —Preguntó Mina recostándose en el lado derecho de la cama, el lado donde solía dormir la pelinegra.

Nayeon asintió levantando la cabeza mirando a su prometida, frunció el ceño al ver a Mina empezando a acostarse en su lado de la cama, era raro ya que desde el primer momento que empezaron a dormir juntas, Mina era la que dormía en el lado izquierdo y ella en el lado derecho.

— ¿Qué haces en mi lado de la cama? —Preguntó confusa. Mina sonrió traviesa.

— Esta vez quiero dormir yo en este lado. —Se encogió de hombros. — ¿No hay problema, cierto?

La pelinegra dudosa asintió. — Uh, sin problemas. —Aun confusa, se movió acostándose en el lado contrario, el cual daba justo a la puerta, lo que más odiaba.

No sabía si era solo ella o qué, pero jamás le gustaba quedar en el lado que daba a la puerta, es por eso que solía dormir en el lado contrario.

— Buenas noches, amor. —Se despidió  la castaña dándole un beso en los labios a su prometida, pronto dándose la vuelta para cerrar los ojos, aunque realmente estaba esperando a que Nayeon empiece a rogarle que se cambien de lugar.

Por otro lado, Nayeon estaba mirando al techo. Rendida se removió en la cama cerrando los ojos, intentado dormir, pero es que realmente le incomodaba estar tan cerca de la puerta. Mordió su labio y se volteó, mirando la espalda de Mina.

Hizo una mueca y habló rogando.— Minari... —La mencionada sonrió levemente.

— ¿Uhm...? —Fingió estar adormilada.

— ¿Podemos cambiarnos de lado? Por favor. — Mina solo siguió fingiendo, esperando a ver hasta dónde podía llegar su novia. Nayeon al no ver respuesta por parte de la otra, decidió acercarse más a ella poniendo parte de su cuerpo encima.

Empezó a mover su nariz en el cuello de Mina, como si estuviera dándole un beso esquimal. La castaña sonrió encantada por el toque, más aún cuando la pelinegra empezó a repartir besos por su cara y cuello de forma cariñosa. Había logrado justo lo que ya se esperaba.

— Por favor... —Rogó aun dándole besitos a su prometida.

Mina enternecida, tomó a Nayeon de su cadera y le dio vuelta, dejándola bajo a ella y de paso en el lado que tanto quería la pelinegra. Se acercó a sus labios para empezar un beso largo y lento, disfrutando del toque contrario.

— Te aprovechas de que no puedo resistir tus muestras de cariño. —La castaña hizo un mohín, siendo besado por la pelinegra que sonreía.

— Un poco, sí. —Dijo inocente. Mina negó sonriendo, abrazando a su prometida disfrutando el rico aroma a coco que tenía Nayeon en su cabello. — ¿Sabes? Sana dijo que el día antes de la boda deberíamos dormir en diferentes habitaciones para evitar vernos antes, según ella si nos vemos es de mala suerte. —Posó su cabeza en el pecho de Mina, sintiéndose cómoda y somnolienta.

— Es nuestra última noche de solteras, deberíamos disfrutarlo, ¿no? —Dijo juguetona. Nayeon sonrió tímida, sabía perfectamente a lo que se refería Mina.

— Bueno, Sana no tiene por qué enterarse.

— ¿Te refieres a dormir juntas a escondidas? ¿Cómo tener una relación a escondidas? —Nayeon asintió. Mina se puso nuevamente encima de la pelinegra besando su cuello. — Es excitante. —La contraria rio negando, rodeando con sus brazos el cuello contrario.

— Deberíamos dormir, mañana tenemos que terminar de elegir dónde poner las flores, y eso es muy temprano. —Mina se volvió a acomodar, dejando que la pelinegra volviera a su anterior posición.

La castaña levantó un poco la cara de Nayeon de su mentón, dándole un corto beso. — Te amo.

— Te amo. —Correspondió Nayeon somnolienta, pero enternecida.

Y cada vez faltaba menos horas para que el gran día llegara. 

Dear Future Wife [Adaptación Minayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora