El hermano de mi bestie
Desde hace un buen tiempo, _____ y Victoria se habían convertido en mejores amigas, desde la secundaria fueron muy unidas. _____ , quien era la menor, siempre iba a casa de Victoria a pasar la tarde, un buen rato de amigas casi hermanas. Lo que _____ debía aguantar, era al hermano de Victoria, Diego, o cómo muchos de sus amigos lo llaman, Barca.
Desde hace un tiempo Diego había tomado a _____ como punto blanco, aprovechaba para fastidiarla cada que su hermana se alejaba. Además su madre le obligaba a salir con ellas para cuidarlas, era algo molesto pero no había otra forma de salir. Ya habían pasado un par de meses entre que Barca y _____ se volvieron cercanos a base de fastidios y bromas que terminaban en peleas amistosas. Algo raro para Victoria pero tierno para su madre.
Se encontraban en la sala de casa de los hermanos Balsa, ya era algo tarde y las mejores amigas estuvieron bebiendo un poco de más. La madre de Victoria la mandó a dormir mientras que a Diego lo mandó a llevar a la menor a su casa. Ella podía caminar pero se sentía muy mareada y ya hablaba incoherencias. Diego optó por cargarla hasta el auto. Una vez allí se dirigió a casa de la chica.
—No sé cómo pueden tomar tanto
—Pues que te digo... tu también tomas, no te hagas el insonente - Habló con dificultad.
—Se dice inocente. - Diego rió ante como habló la menor.
—¿Y yo que dije?
—Nada, déjalo así.
Luego de un rato Diego llegó a casa de _____, la ayudó a bajar del auto para que pudiera entrar a su casa.
—¿Están tus padres?
—¡Mamaaa! - Pasó un rato sin respuesta. - No, se fueron
—Ya veo. - Rió y llevó a la menor a su cuarto para que pudiera descansar.
Cuando Barca estaba a punto de irse recibió una llamada de su madre. Le pidió que se quedara con _____ por esta vez para que la pudiera cuidar. Este aceptó y se recostó al lado de la menor. Durante la noche la abrazó para estar mas cómodos. Cuando _____ despertó se limitó a subir la mirada encontrándose con Diego. Algo alarmada intentó alejarse pero la tenía muy aferrada a él.
—Diego... oye Diego
—Dejame dormir.
—Te dejo dormir si me dices que haces aquí.
—Estabas muy borracha, mi mamá dijo que te acompañe y me quede, así que aquí estoy. - Dijo aún con voz ronca por recién haber despertado.
—No hicimos nada, ¿verdad?
—_____ tienes la ropa puesta, obvio no pasó nada.
—Bueno, lo dije por si acaso...
—Igual que voy a querer contigo, si igual estás fea.
_____ al escucharlo se separó como pudo, salió enojada al baño para lavarse la cara. Diego se quedó extrañado y luego de un par de segundos la siguió.
—¿Ahora que hice?
—Vete, ya estoy bien, no tienes porqué quedarte.
—¿Y por qué estás molesta?
—Te dije que ya te vayas Diego. - Volteó a verlo fastidiada.
—Pero si te molestas de la nada qué quieres que haga
—De la nada, si claro
—¿En serio te molestó tanto que te diga fea? - Rió divertido.
—¿Pues cómo te sentirías si la persona que te gusta no deja de decirte fea, que no vales nada y que jamás tendría algo contigo? - Expresó la menor desesperada, hasta que se dio cuenta de lo que dijo.
—_____... yo-
—Por favor vete, no... no estoy de humor, ya estoy bien te puedes ir
—Si quieres podemos hablarlo.
—No. No quiero, solo necesito que te vayas por favor. - La chica estaba ya sollozando.
—Bien... me voy pero porque no quiero incomodarte. Pero de todas maneras hablaremos de esto.
La menor se quedó callada tratando de aguantar sus lágrimas hasta que Diego saliera de ahí. Cuando escuchó la puerta principal cerrarse, por fin pudo soltarlo todo, se sentó en el suelo llorando y pensando en tantas cosas que pasaban por su cabeza y dañaban su corazón.
Por otro lado, Diego se sentía extremadamente raro, triste y confundido, no quería hacerle daño a _____, él la quería, pero no cómo ella a él, o cómo ella se lo planteó. Estaba muy confundido, no sabía si llamarla o no, simplemente no sabía que hacer.
