Purple Tulips // Poesía y textos

El parque

Un domingo cualquiera, sentada en un banco cualquiera de un parque cualquiera. Leyendo como siempre un libro. Un descanso para una semana que va de mal en peor. Un respiro para salir de una vida lenta y a la vez sin frenos. Se respira calma. Alzo la vista y solo veo hojas moverse. El viento se cuela entre las ramas de los árboles y las hace bailar. El murmullo de las hojas arrastradas por el suelo encuentra la melodía perfecta con la que crear su canción, los pájaros. Una sintonía perfecta de calma y liberación. Como se liberan las sonrisas al ver a tres niños detrás de un balón. Como libera mil suspiros una chica, a lo lejos, mirando a su amor. La liberación de la naturaleza que nos envuelve. Simplemente calma.

Un sonido rompe la simplicidad del momento. Una discusión, una elevación de tono desmesurada. Innecesario. Dos hombres gesticulando de manera casi convulsa, gritando palabras sueltas sin contexto ni claridad. Son meros insultos y reproches que ni siquiera llegan a acabar. No se les entiende, ni ellos mismos lo hacen. Se cortan, no acaban sus frases. Hasta que uno de ellos lanza la frase que da sentido a todo.

- Tu me la robaste - Seguido de un silencio pesado. - Era para mí y tú te la quedaste - Menos mal que no ven como pongo los ojos en blanco. El otro chico no habla, le mira con una expresión neutra. Ni siquiera contesta, se da la vuelta y se va.

Como si de una novela dramática se tratase y de la forma más teatral posible, el chico en cuestión se para dando énfasis con unos segundos de espera. El otro le mira, tal y como lo hacía al marcharse, con el ceño fruncido y desesperación en su mirada. El chico dramático, ese será su nombre ahora, se gira y dice la frase más simple pero más real. Una frase que me hace sonreír y creer en la sociedad solo un poquito. Una frase que resume el amor.

- Ella no era tuya porque no le pertenece a nadie - En un tono neutro y sin elevar la voz continua - y en su libertad personal me ha elegido a mí para compartirla y no a ti.- La firmeza en su voz abruma - Y es lo mejor que me ha pasado en la vida. Y si no entiendes esto - Vuelve una pausa dramática, acompañada de una sonrisa triste - Creo que no sabes lo que es el amor. - Tal y cómo termina de pronunciar esas palabras, se da la vuelta y se va.

El otro chico se queda estático. Tarda varios minutos en reaccionar. Un suspiro y se va por el lado contrario de donde se fue su, si aún se puede considerar así, amigo.

En su liberación ella lo eligió para acompañarla. Según él eso es amor.

Y quizás tenga razón.