Capítulo 2: Oportunidades

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Noah

Terminó mi turno. Son las 5 y 30 y me dedico a ir a la universidad. Tengo clases y estoy que me muero del cansancio y del estrés. Creo que me dará migraña al llegar a casa, cómo siempre. Me gusta ir caminando al campus. De todos modos no es tan lejos, si acaso unos 2 o 3 kilómetros. Okey, sí, algo lejos. Pero me gusta caminar, es la costumbre.

Siento una vibración en mi bolsillo derecho. Saco el celular que con mucho esfuerzo compré. No diré marca ni modelo para que no me juzguen, lo que sí puedo decirles es que es un smartphone. Es una llamada de Leah, mi novia.

—¿Aló? — pregunto

Hola cielo, ¿qué tal tu día? — pregunta con tono alegre

Ah, estuvo bien. Sin novedades. ¿Y la tuya? — cruzo la calle que permite el paso de peatones y detiene los vehículos

Pues bien, diría yo. — hace una breve pausa — Cielo, ¿te parece si nos vemos en el estadio en un rato? Es que necesito hablar contigo

—Claro, está bien cielo. Voy de camino para allá. Llego en 5

Bueno, allá te espero. Bye

—Bye — colgamos al mismo tiempo

Debe ser algo serio. Normalmente cuando me dicen «Necesitamos hablar» la mayoría de las veces no son buenas noticias. Por experiencia propia, lo sé. Pero eso lo sabrán más adelante.

Llegué en el tiempo que fijé que llegaría. Y justamente ahí estaba Leah, bajo un árbol. La llamo y ella me saluda. Me acerco y la abrazo. Trato de darle un beso pero ella se gira para que el beso caiga en la mejilla. Vaya. Algo malo debe de haber pasado.

—Hey, ¿todo bien? — pregunto tomándola de los hombros

—Necesito decirte algo, Noah. — dice con voz nerviosa

—Dime, soy todo oídos. Puedes decirme lo que sea, ¿sabes?

Se da unos segundos de silencio para al fin poder decir lo que no estaba preparado para escuchar. No ahora.

—Quiero romper contigo — dijo en seco

No sabía cómo reaccionar. Me quedé helado. No estaba preparado para esto.

—¿Q-qué? — tartamudeo. Otro dato de mi cuando me pongo nervioso, tartamudeo — ¿P-por qué?

—Esto… no está funcionando — aparta su mirada de la mía hacia el suelo

—¿Pero qué hice mal? ¿Hice algo que te molestó o incomodó? — pregunto con el sudor corriendo por mi frente

—No hiciste nada mal, Noah. En serio. — su rostro no mostraba dolor o tristeza — Simplemente no está funcionando

Después de casi un año de relación, ¿va hacerme esto? O sea, no éramos la pareja perfecta, pero sabíamos resolver nuestros problemas y seguir adelante. Aunque siendo sinceros, ella se había vuelto más distante de mí. He tratado de hablar con ella, llamarla… pero siempre sacaba una excusa. Ahora viene con que lo nuestro ya no está funcionando. No soy una persona que insista mucho. Dónde no hay interés, no insisto mucho ahí.

—¿Por qué haces esto, Leah? — me limito a preguntarle

—Lo siento, Noah. — dice sin sentimientos por lo que puedo sentir — Solo espero que consigas a alguien que sí te ame y aprecie

Después de decirme eso, se va sin decir adiós. Quise preguntarle otras cosas. ¿Se aburrió de mí? ¿Hay otro chico? Quería preguntarle. Pero deben saber que soy un chico tímido. No hablar en circunstancias como esta, is my passion.

Decir que me afectó, que estaría deprimido y que nunca la superaría, no era cierto. Presentí que esto pasaría algún día. Pero no me rendí en salvarla, aunque fue en vano. Soy alguien que no saca sus sentimientos a otras personas. Solamente muero por dentro, pero por fuera finjo que no pasa nada.

Bueno, otro dato que conocieron de mi ahora.

Clementine

Estudio Leyes en la universidad. Voy a clases nocturnas ya que mis padres tienen reuniones de negocios o algo así, y no quieren que esté en casa en esos momentos. Bueno, no me quejo. Me acostumbré a eso. Y tampoco me puedo quejar porque Noah también va a clases nocturnas. Estudia Literatura. Y no de nuevo, no soy acosadora. Solo observadora. O-B-S-E-R-V-A-D-O-R-A. Okey, exageré en esa parte.

Aún no salgo de casa. Estuve todo el día en casa de unos amigos que son hijos de los amigos de mis padres. Jaj, ellos saben que ando enamorada de Noah. Solo a uno, Victor, le retuerce la idea de que me guste.

—¿Cómo puedes estar enamorada de un tipo de baja clase? Si ni siquiera ha mostrado interés en ti — decía Victor

—Déjala en paz, Victor. ¿Qué tiene de malo que le guste a alguien que no esté dentro de nuestro estatus? — me defendía Eileen

Una me apoyaba y el otro no le gustaba. Él era, digamos, refinado. Ella era más osada. Dispuesta a romper las reglas con tal de quedar bien y también para defender a sus amigos.

—Victor tiene razón, Eileen. Él ni siquiera ha mostrado interés en mí. Solo ve a la chica rica, arrogante y ambiciosa — digo

—¿Te estás escuchando a ti misma? — dice con una risita — Prácticamente te estás describiendo.

—Okey, lo admito. Quizás sí lo sea. — digo correspondiendo la risa

—Trata de hacerle ver qué no eres así. Quizás así se sienta atraído. — sugiere Eileen

—Tal vez haga mi intento. Pero, además de tí, Victor, mis padres creo que no aprobarían para nada en el mundo que me guste él — agacho la cabeza

—¿Y que importa lo que digan tus padres? ¿Qué importa hasta de lo que diga este desabrido estúpido? — indica a Víctor

—¡Oye! Sabes que puedo escuchar, ¿verdad?

Las dos nos echamos a reír, y al rato él también empezó a reírse. Era normal que Eileen y Víctor se insultasen. Desde niños lo hacen.

Esas palabras me dejaron pensando todo el día. Mientras recordaba ese momento de esta tarde, Francis toca la puerta de mi habitación.

—Sí, pasa — digo

—Disculpe que la interrumpe señorita Fitzpatrick, pero el auto la está esperando afuera — dicho eso, se retira y cierra la puerta

Me incomoda que me llame ‘señorita’. Me hace sentir ya mayor, aunque la semana que viene cumplo 20 años. Volviendo al tema. Hoy me propondré a hablar con Noah. Solo quiero que me vea cómo me gustaría que me viera.

Veré como me va hoy. Las otras veces que lo he intentado, lo he visto con una chica. Sé que tenía el nombre como el de una actriz de una peli vieja. ¡Leah! Sí ella. Bueno, son novios. Creo que mis oportunidades de hablar con él, son nulas. Deséanme suerte.

Entre amores y riquezas [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora